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En una charla con Radio Salta, la dermatóloga Luisa Ruiz Morales explicó que hay que hacer y cómo cuidarse del sol y las altas temperaturas.
30 DE Enero 2024 - 16:35
El sol y el calor agobian a gran parte del país y aunque a Salta no llegue la ola de calor que se espera en muchas provincias, igual hay que tomar precauciones para cuidar la piel de la fuerte radiación que se presenta en estos días.
En una charla con Radio Salta, la médica Luisa Ruiz Morales, Referente de Dermatología del Hospital San Bernardo, contó qué medidas son las que hay que tomar cuando la piel se enfrenta a la radiación, que es en la mayoría del día.
"Lo mas importante es tener en cuenta es la hidratación con mucha agua y antes de colocar el protector solar hay que poner una crema nutritiva en todo el cuerpo. En el caso de las personas calvas, también se recomienda que se coloquen en la cabeza. Cabe aclarar que el protector se usa por contactacion, se pone en la punta de los dedos y se pasa por las partes que el sol alcance de el sol", explicó la dermatóloga.
Teniendo en cuenta que los protectores solares están caros, la profesional dejó que pueden usarse otras alternativas como cubrirse las zonas que estén expuestas al sol. "Siempre es bueno cubrirnos la zona de la piel, con la ropa, como la gente del campo o la que trabaja en las obras, en donde se ponen sombreros, remeras mangas largas. Es fácil, ellos nos enseñan, no solo por el golpe de calor sino también por la radiación que es muy fuerte", comentó Ruiz Morales.
"A la hora de salir al sol o una actividad al aire libre podemos protegernos con protector y taparnos o como cuando van al río, lo importante es usar ropa de algodón sobre todo para los chicos, en cambio en la pileta entramos, salimos y nos podemos volver a proteger. Es conveniente que la madre, o quien esté a cargo, le diga al niño en que horario puede entrar al agua, ya que si entra desde las 10 hasta las 16 y el chico se va a incinerar porque hay mucha radiación infraroja".
Según la médica, se recomiendan dos tipos de acciones, ya que el protector no actúa solo químicamente sino que también físicamente.
"Siempre varía según la edad del paciente, el tipo de piel que tenga y la zona expuesta. Generalmente se trabaja con un factor de protección arriba de 50. Los deportistas o jóvenes que están expuestos al sol usan ese tipo de protector, pero con otras características, por ejemplo algo que no asfixie la piel, no lo haga transpirar y no le ponga la piel brillosa. En los niños y también en los adultos mayores a 60 años, el cuidado más importante son los costados de las orejas, el dorso de los pies y la nariz.", dijo la dermatóloga.
Según Luisa, el protector no impide o cura, lo que hace es ayudar a esa piel que, si tiene alguna información de transformarse, retrase la aparición. Cabe aclarar que una piel herida no se defiende de la misma manera que la parte que no lo está.
Según Ruiz Morales, los bebés menores de 2 años o la gente con antecedentes de problemas de piel, son los que corren más riesgos. También los que tuvieron quemaduras solares y necesitaron atención médica, con formación de ampollas por ejemplo y también familiares que presenten o hayan presentado enfermedades en la piel. Esa gente o la que está con tratamiento tiene que hacer la aplicación de protector cada tres horas.
"Cuando está nublado y hace calor la protección tiene que ser la misma, ya que el protector solar es para la radiación ultravioleta, esta es la que activa las células malignas y atraviesa las nubes, se refleja en el pavimento, atraviesa el vidrio, la emiten las computadoras, el tubo fluorecente, o sea que no está solo en el sol y nuestra exposición a esa radiación es en gran parte del día", expresó la médica.
Luisa aclara que algunas personas con lunares si tienen problemas con la exposición al sol, por ejemplo si el paciente nota que aumentaron la cantidad de lunares en su piel o que el lunar cambió de características es conveniente hacerse un control dermatológico cada 6 meses.
"Nosotros estudiamos 5 tonos de piel, vamos desde el que es sumamente blanco como el andino hasta el morocho como el africano, entre ellos tenemos coloraciones intermedias como el asiático y el americano y la piel nuestra que es una piel criolla. Esta es una piel que viene estimulada con radiación y tiene la facilidad de formar un pigmento que le da la coloración y que ayuda a la persona a protegerse de todas las radiaciones pero no impide las transformaciones si hay una lesión maligna. Lo mismo hay que usar una protección alta. La coloración de la piel es fundamental dependiendo de donde viva uno. Acá tenemos coloración mediterránea como los hijos de españoles e italianos que no tienen esa piel criolla y obvio les juega en contra", aseguró la dermatóloga Luisa Ruiz Morales.