Residen en el paraje Tranquitas y en dos barrios de Tartagal y aprovechando las fiestas de fin de año se habían trasladado al paraje Campo Largo para compartir con sus familiares y pasar las fiestas pescando en el río Itaú, distante a unos pocos kilómetros de esa comunidad ubicada en el Valle de Acambuco, en el noroeste de la provincia.

Pero las tormentas que se registraron los días 31 de diciembre y 1 de enero en la zona, hizo crecer el cauce del río que divide Argentina de Bolivia como hacía varios años que no sucedía y también los arroyos y quebradas que bajan de los cerros en el valle de Acambuco.

El impresionante caudal de agua hizo desbordar estos cauces que a la vez y con la fuerza del agua, trajeron árboles, piedras y mucho lodo, destruyendo los caminos.

Eran varias familias de Tartagal que habían llegado hacia esa alejada región del norte de la provincia y se vieron sorprendidas por el alud que bajó hacia Campo Largo y otras comunidades y que les impidió regresar hacia el Alto Macueta y desde allí hacia el pueblo de Acambuco.

"Acordamos sumar nuestra colaboración"

Cristian Gómez, director de desarrollo humano de Tartagal precisó que "acordamos con la gente del municipio de Aguaray sumar nuestra colaboración para rescatar a la gente que se quería volver y que ya estaba muy angustiada porque ya se estaban quedando sin agua y sin comida. Por eso una primera camioneta salió el miércoles desde Tartagal y las otras dos el jueves. Por el estado en que quedó el camino de 7 kilómetros que une Campo Largo con Alto Macueta era imposible llegar porque el alud trajo árboles, piedras y mucho barro. Por eso acordamos con la gente que quería volver a su casa esperarlos que ellos bajen y auxiliarlos en el lugar hasta el que nosotros podíamos llegar con los vehículos".

Para desandar el camino desde Campo Largo, 14 niños de diferentes edades -incluído un bebé de 11 meses en brazos de su mamá- bajaron con sus padres y les llevó 3 horas hacer los 7 kilómetros hasta donde los esperaban el propio Cristian Gómez con varios asistentes del municipio de Tartagal.

"Fue una alegría verlos llegar a todos sanitos, sin lesiones a pesar que eran tantos niños algunos con sus padres, otros con sus abuelos. Nos dio mucha emoción poder darles agua, darles comida, leche para los más chiquitos porque llegaron con hambre, además de venir cansados. Pero gracias a Dios, no les pasó nada al hacer ese trayecto. Los papás de algunos de los niños se quedaron porque habían ido a Campo Largo en su camioneta y es imposible que puedan traer el vehículo hasta que no se repare el camino", relató.

Por vía aérea

"Según nos dijeron la gente que quedó en el paraje es gente del mismo lugar que aguardan ahí la ayuda que se les pueda acercar desde la provincia pero vía aérea porque es la única forma de llegar", agregó.

Todos los tartagalenses rescatados llegaron ayer en horas de la tarde "y están todos en sus casas. Son distancias muy largas pero sobre todo es dificultoso poder llegar y regresar pero nos sentimos contentos de haber podido cumplir con el pedido que nos hacían" dijo el titular de desarrollo humano del municipio de Tartagal.