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Una mujer en Salta se defendió y mató a su pareja. Imagen ilustrativa
La jueza Puertas falló de acuerdo a la perspectiva de género. Madre a los 14 años estuvo sometida por la violencia machista.
23 DE Octubre 2024 - 02:13
En la madrugada del 24 de marzo, Fabiana Malena Villalba se encontraba con una amiga conversando cuando irrumpió su pareja, José Manuel Álvaro Cáceres. Cáceres estaba ebrio y, aparentemente, bajo los efectos de alguna sustancia. Le ordenó a Villalba que le sirviera la comida y se sentó en la punta de la mesa. Empezó a acusarla de ser infiel con un primo, y ante la indiferencia de la mujer, la agredió con un golpe en la frente. Villalba, en un intento de defenderse, tomó lo primero que encontró a su alcance: un cuchillo de sierra, con el cual lo apuñaló y lo mató.
La jueza de Garantías N° 8, Claudia Puertas, decidió sobreseer a Villalba del delito de homicidio calificado por la relación de pareja, al considerar que los hechos ocurrieron en un contexto de violencia de género. La magistrada tuvo en cuenta el entorno violento en el que Villalba vivió mientras estuvo con Cáceres.
El ataque machista y la posterior defensa de Villalba ocurrieron en el camino a La Ciénaga, finca La Verbena, cuando el hombre llegó entre las 2 y las 3 de la madrugada del 24 de marzo. Antes de agredir físicamente a Villalba, la amenazó con matarla si se enteraba de que ella tenía contacto con otro hombre. Minutos después, ocurrió el desenlace fatal. La muerte de Cáceres se produjo alrededor de las 3:15 de la madrugada, debido a un shock hipovolémico causado por una lesión cardíaca grave provocada por arma blanca.
El sobreseimiento de Villalba fue solicitado por su abogada defensora, la doctora Sandra Bonari, y contó con el respaldo del fiscal penal Gabriel González, quien consideró que se trató de un caso de legítima defensa propia, tal como lo establece el artículo 34, inciso 6, del Código Penal.
En medio de la violenta agresión sufrida por parte de Álvaro Cáceres, Villalba recordó las palabras de su madre. "Ahí me acordé de lo que me dijo mi mamá, que no me dejara golpear por nadie, y ahí me defendí porque tenía mucho miedo", declaró ante las autoridades judiciales.
Según su testimonio, mientras ambos estaban sentados frente a frente, él la golpeó en la frente. Luego, continuó agrediéndola físicamente. En ese momento, Villalba, aterrorizada, tomó el cuchillo y, sin pensarlo, apuñaló a su pareja en el pecho. Gritando y en estado de shock, la policía y una ambulancia llegaron al lugar. Cáceres fue trasladado en código rojo al hospital San Bernardo, donde posteriormente falleció.
En una ampliación de su declaración, Villalba contó que su pareja no había aparecido desde el día anterior, y que recién cerca de las 3 de la madrugada del 24 de marzo llegó al lugar en estado de ebriedad. Durante el altercado, además de golpearla en el rostro, Cáceres la sujetó del cuello, lo que desencadenó el acto de defensa.
Villalba cerró los ojos, aterrada, solo deseando que él la soltara. En esos segundos, recordó las enseñanzas de su madre y actuó en defensa propia.
Al momento de analizar el caso y tener que fundamentar el mismo, la jueza Puertas se refirió a las recomendaciones del Comité de expertas del Mecanismo de seguimiento de la Convención de Belém Do Pará, del que surge que resulta un "caso recurrente de muchas mujeres que han terminado con la vida o les han provocado una lesión a sus agresores al ser víctimas de agresiones ilegítimas en el ámbito de sus relaciones interpersonales…", razones por las cuales el Comité ha recomendado a los Estados la necesidad de aplicar perspectiva de género en estos juicios.
"La lesión fatal fue una, realizada sin mirar, para defenderse del ataque que estaba recibiendo. Empleó lo que tenía a la mano", señaló la jueza y agregó que "la legítima defensa se percibe como un "derecho".