La Cámara Federal de Casación Penal ratificó hoy la condena de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos contra la ex presidenta Cristina Kirchner en el marco de la causa por la obra pública en Santa Cruz. Sin embargo, este fallo aún no está firme, ya que puede ser apelado ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la última instancia que intervendrá en el caso. 

De acuerdo con el Código Procesal Penal Federal, las condenas solo se ejecutan cuando quedan firmes. El artículo 375 establece que una sentencia firme es aquella que ha agotado todas las instancias judiciales y ya no puede ser revisada por ningún otro tribunal. En el caso de Cristina Kirchner, las partes tienen un plazo de 10 días para apelar la decisión de Casación ante la Corte Suprema. Mientras tanto, la ex presidenta no será detenida, ya que la condena aún no está firme.

Aunque la condena es de cumplimiento efectivo en prisión, existen consideraciones especiales debido a la edad de Kirchner, quien cumplirá 72 años en febrero de 2024. La ley establece que las personas mayores de 70 años pueden solicitar prisión domiciliaria, por lo que es posible que la ex mandataria reciba este beneficio si finalmente se confirma la condena. 

Además de la pena de prisión, la condena incluye la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, lo que le impediría ocupar funciones en el Estado o postularse a cargos electivos. Sin embargo, con la expectativa de que la Corte Suprema no resuelva la causa en el corto plazo, Kirchner podría presentarse como candidata en las elecciones legislativas de 2025.

Cabe señalar que, antes de la entrada en vigencia del artículo 375 en 2021, las personas condenadas podían ser detenidas incluso si la sentencia no estaba firme, en caso de que la apelación fuera rechazada por Casación. No obstante, con la reforma al Código Procesal Penal Federal, que introdujo el sistema acusatorio y estableció plazos más concretos para cada etapa del proceso, ahora las sentencias solo se ejecutan cuando son definitivas.

En cuanto a la causa de la obra pública, ningún juez ni fiscal consideró que existiera riesgo de fuga o entorpecimiento de la investigación que justificara la detención preventiva de Cristina Kirchner. Así, la ex presidenta ha permanecido en libertad durante todo el proceso, a pesar de la condena en su contra.