El Grupo Teatro Expansivo cierra las presentaciones 2024 de "Como espuma de corso berreta", obra producida por el Teatro Nacional Cervantes en cogestión con Cultura de la Provincia. En la adaptación de la obra "Polixena y la cocinerita", de Alfonsina Storni, escrita y dirigida por Natalia Aparicio, actúan Nicolás Obregón e Ignacio Torres (Carnetolendas), y la asistencia técnica corresponde a Carmen Ruiz de los Llanos.

El Teatro Salón Auditórium, Belgrano 1349, será el escenario para las funciones de hoy y mañana, a las 21. Las entradas se consiguen en auditoriumsalta.com; y en boletería, a $7.000 y 2 x $12.000, desde las 18. 

"Una mujer, la Cocinerita, admiradora del heroico personaje de Polixena, representa versos de Eurípides entre ollas, sartenes y ajos, mientras es acechada por el hijo del 'patroncito' y sus amigos. De esta manera, es empujada hacia un sacrificio y, ante la acción inevitable, construye su propio acto heroico. Sabe que muchas se fueron vestidas de pena, pero advierte que siempre vuelven sus huellas, como la espuma que se va solo para despistar, como la espuma de un corso berreta que viene del mar", dice la sinopsis.

Procesos

"La obra tuvo un proceso muy interesante. Pasó por una instancia en la que estuvo el Teatro Cervantes no sólo presente a nivel económico, sino físico, y la cogestión de la Secretaria de Cultura. Y ahora sigue como teatro independiente con aval del Cervantes", señaló Natalia Aparicio. En contacto con El Tribuno, describió: "Es un cambio enorme para nosotros, hemos pasado por esas dos instancias y con un gran crecimiento actoral. Este proceso nos permitió tener muchas funciones, y no se suele tener mucha oportunidad de hacer funciones con continuidad. La obra creció muchísimo al tener distintos públicos. Ello nos permitió ir afianzando no solo la estructura sino también la parte simbólica de la obra".

La obra se presentó en varios puntos de la provincia, con públicos diversos y en muchas funciones. "Se hicieron para instituciones secundarias y terciarias, y para organizaciones sociales diversas. Teníamos públicos de todos los barrios, de escuelas privadas, escuelas públicas, terciarios de diferentes profesiones. Pudimos tener la mirada de distintos lugares, tuvimos también agrupaciones LGTBIQ+, asociaciones de personas no videntes. Eso nos dio diferentes perspectivas en relación con la temática y también con relación a lo estético-conceptual de la obra", contó la directora. 

Impronta personal

"De esta manera, a medida que vamos teniendo funciones, vamos ganando una impronta muy personal en relación con el procedimiento actoral, en el manejo del humor, la manera en que queremos abordar la tragicomedia", analizó la teatrista, y agregó: "Y dentro del tragicómico, vamos teniendo una singularidad en la forma en que se lleva adelante este derrotero, esta forma actoral propia del teatro under posdictadura fusionado al drag".

Estás dos últimas funciones dejan la puerta abierta para tener la continuidad lograda también en el 2025. "Hay mucha gente que quiere hacer y pocos espacios donde hacer", dice la realizadora. En diciembre es imposible hacer más funciones porque las salas están ocupadas con muestras de cierre de año.

"Estamos armando para el año que viene nuestra agenda, e intentando contar con el apoyo de Secretaría de Cultura. Nos dimos cuenta que tener funciones viernes, sábado y domingo permite que la difusión sea bastante menos trabajosa", contó. "Que para la convocatoria de público es mucho mejor. Funciona muy bien el boca en boca. Y el boca en boca también es Instagram ahora. Sacás la foto y la subís y la compartís", dijo. 

Capas de la cebolla

La obra ha ido cambiando y creciendo en estos meses de intenso trabajo. "Ha pasado, y sobre todo en instancia de ensayos. Como seguimos ensayando semana a semana, en esos espacios vamos encontrando también otra capa a la cebolla, ¿no? Cosas que se van puliendo y otras construyendo. Creo que lo primero que aparece siempre es muy consciente, y lo inconsciente empieza a aparecer después", analizó.

"Entonces, sobre eso empezamos a reformar textos y también acciones. Ahora tenemos, por ejemplo, la imagen de Batato Barea, como si fuera una virgen, esa estampita tan conocida de Batato, una estampita de él que es de 'Batatopolis'. Entonces, los personajes -y los actores- besan la estampita al entrar a escena. Ciertos rituales que tienen que ver con Batato. No cambia el argumento, pero sí cambian pequeños textos y cambian formas también de decirlo, y formas de abordarlo", compartió.

Lo poético siempre estuvo como norte en la propuesta. "No llegábamos con los tiempos para trabajar más profundamente en 'qué se dice con lo que se dice'; que no solo sea una cuestión sonora. Y eso lo estamos pudiendo trabajar ahora. Entonces, la forma ha cambiado más que los textos", señaló. 

Una puesta más íntima, con igual pasión

"La obra tenía un epílogo, y hablaba sobre la propia obra. La autora hablaba también de ella escribiendo esa obra", dice Natalia Aparicio, y agrega: "'Cómo espuma de corso berreta' es una adaptación de 'Polixena y la Cocinerita', de Alfonsina Storni, ahora no hay epílogo. Actúan Nicolás Obregón y Nacho Torres. Claudia Peña y Maxi Rocha terminaron su proceso en la etapa anterior". 

"Hicimos una puesta más íntima, ya que no entraba la escenografía casi en ningún teatro", señala, y explica: "De alguna manera es otra obra, porque además empieza y termina solo con las actuaciones de Nacho y Nico. Es otra puesta, no solo de luces, sino que también las acciones debieron variar, y estuvo buenísimo".

"Reafirmamos la idea de que la gran fortaleza estaba en la dirección actoral. Por supuesto, es bueno contar con una hermosa escenografía como la que tenemos, igual que con una música original maravillosa, pero el foco está puesto en un método actoral que estoy investigando, que tiene que ver con este pastiche de pasar de la identificación profunda a la parodia caricaturesa sin ningún tipo de transición, y el llevar lo crispado al limite por momentos", argumenta, y suma: "Procedimientos que desarrollaron mucho antes Batato o Urdapilleta, y que vengo investigando". 

Sobre otro aspecto de las puestas, dice: "Nos lleva muchísimo esfuerzo llevar las cosas, el flete, la puesta de luces que es bien ambiciosa, y a veces la gente no llega a enterarse. Eso le ocurre a todo el teatro".

"Así que la prensa para el teatro es muy importante. Y la difusión también, sobre todo el boca en boca y las recomendaciones de Instagram", cierra.