El viernes dio inicio una gira denominada “El enCanto de los valles”, que tiene como protagonistas a Coral Valle de Lerma, de la localidad de Cerrillos; y al coro de adultos mayores Pallay, de la ciudad de Salta. Ambos se encuentran bajo la coordinación artística de la profesora Sonia Romero Cuestas.

La primera parada la hicieron en el Anfiteatro, una de las formaciones geológicas más impresionantes y acústicas de la Quebrada de las Conchas. Allí, filmaron un video y deleitaron a turistas y salteños con su música, quienes disfrutaron del espectáculo en un marco natural majestuoso.

Luego, ya en la ciudad de Cafayate, actuaron en el hogar de ancianos local, donde dieron rienda suelta, sobre todo, al cancionero popular. Fue un espacio para el encuentro, el canto y el compartir.

La propuesta coral cuenta con un repertorio muy variado, que incluye obras folclóricas, canciones religiosas y cánones, entre otros estilos.

El grupo Coral Valle de Lerma está integrado por Graciela Alonso, Cecilia Aguilera, María del Carmen Barrionuevo, Gloria Cruz, Mercedes Díaz, Héctor Moya, Gladys Flores, María Fuentes, Clelia Guzmán, Sonia Mamaní, Laura Monneret de Villars, Lucía Monneret de Villars, Nélida Morales, Agustina Torres, Mabel Saifir, Gladys Saltos, Adriana Suárez y Nelva Bagnasco.

Al día siguiente, el sábado, actuaron en la iglesia de San Carlos, construida entre 1801 y 1854. Fue una experiencia increíble, tanto para las coreutas como para la gente del lugar. Esta noche, el coro actuará en la catedral de Cafayate.

La gira artística es también un paseo de amigas y amigos, un recorrer los valles y compartir canciones y acumular experiencias. Y como no podía ser de otra manera, en tierra donde vive el sol, los coros salteños recorrieron las bodegas Quara, El Recreo, Vasija Secreta, entre otras.  

El canto coral

La actividad coral, según los especialistas, tienen el poder de influir positivamente en el cuerpo y el espíritu generando un bienestar general, sincronizando además los corazones de las personas que cantan haciéndolos latir con un mismo tempo; y éste es un estado que se transmite al público.

En las personas adultas mayores, la participación regular en coros comunitarios puede reducir la ansiedad, la depresión y la soledad. Según Peretz y Zatorre, diversos estudios sugieren que el entrenamiento coral mejora la calidad de vida y la salud física de los adultos mayores, al influir positivamente en su cognición, estructura y función cerebral. “Se ha probado que la formación musical mejora el rendimiento cognitivo, con efectos en las funciones ejecutivas, la atención y la memoria, e induce cambios en la neuroplasticidad estructural y funcional, especialmente en las regiones asociadas las funciones auditivas-cognitivas”, señalan.

En el caso de los coros parroquiales, son grupos de personas que, a muchas veces con gran esfuerzo y dedicación, animan musicalmente las celebraciones religiosas. La música y el canto son esenciales en toda fiesta humana y también en la liturgia.

Constituyen una ayuda valiosa a la plegaria común, contribuyendo al decoro y belleza de la celebración. Pero van aún más allá de lo estético, ya que ayuda a los participan en la celebración a vivirla como una experiencia de encuentro con Cristo, por medio de todo lo que aporta el canto y la música, que entran a formar así parte del universo simbólico de la celebración.