En una de las principales novedades surgidas de la cumbre del G20, Argentina y Brasil firmaron un acuerdo histórico que habilita la exportación de gas desde el yacimiento de Vaca Muerta hacia el territorio brasileño. Este entendimiento, que tiene un fuerte componente estratégico, marca un avance significativo en la cooperación energética entre ambos países y refuerza el rol de Argentina como un actor clave en el sector de los hidrocarburos.

El acuerdo establece los lineamientos para la construcción de infraestructura necesaria para transportar el gas, incluyendo la ampliación de gasoductos existentes y posibles proyectos futuros que garanticen un suministro sostenido a Brasil. Según fuentes oficiales, esta iniciativa tiene el potencial de generar ingresos millonarios para Argentina, consolidando a Vaca Muerta como una fuente vital de divisas y empleo.

El presidente argentino, Javier Milei, destacó que el acuerdo representa un paso concreto hacia la autosuficiencia energética regional: “Brasil es nuestro socio estratégico más importante en América Latina. Este acuerdo no solo impulsa nuestra economía, sino que también refuerza los lazos de integración que tanto necesitamos para garantizar el desarrollo conjunto de nuestras naciones”.

Por su parte, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, subrayó la importancia de este pacto para diversificar la matriz energética de su país: “Argentina cuenta con uno de los mayores yacimientos de gas no convencional del mundo, y este acuerdo nos permitirá avanzar en nuestra transición energética de manera segura y sostenible”.

El yacimiento de Vaca Muerta, ubicado en la provincia de Neuquén, es considerado una de las reservas de gas y petróleo no convencional más grandes del planeta. Con este acuerdo, Argentina no solo logra abrir un nuevo mercado para sus recursos, sino que también afianza su posición en el comercio energético internacional.

Este entendimiento se suma a otros esfuerzos del Gobierno argentino por potenciar la explotación de Vaca Muerta, considerada una de las principales herramientas para reactivar la economía del país en medio de un contexto de desafíos internos y externos. Además, el acuerdo con Brasil refuerza el compromiso de ambos países con el desarrollo regional sustentable y la integración económica.