En una charla tan profunda como amena, el reconocido economista Juan Carlos de Pablo brindó un análisis integral sobre el contexto económico global y los desafíos particulares que enfrenta Argentina. 

Con un estilo directo y provocador, De Pablo abordó temas que van desde las tensiones geopolíticas internacionales hasta los problemas estructurales de la economía local, dejando en claro que el futuro del país depende de decisiones claras y coherentes.  

Su visita, que constó de un almuerzo en Mitre 669, también fue con fines solidario, ya que los fondos recaudados serán destinados a financiar el viaje de estudio y peregrinación de fin de curso de los estudiantes de la Promoción LXVIII del Bachillerato Humanista Moderno, organizada por la Comisión de Padres.

Un mundo en tensión: el contexto global

De Pablo situó la economía argentina dentro de un escenario global marcado por conflictos políticos y tensiones entre grandes potencias. En su análisis, destacó la creciente rivalidad entre China y Estados Unidos, y cómo esta afecta al sistema económico mundial. “Los chinos saben que si hacen tambalear a Estados Unidos, ellos mismos sufren. Esa interdependencia mantiene un equilibrio frágil que debemos observar de cerca”, afirmó.  

Además, se refirió a la política económica de Estados Unidos y a los recientes movimientos de la Reserva Federal, que decidió reducir las tasas de interés en un contexto de desaceleración económica. “Powell bajó la tasa medio punto porcentual, y eso tiene implicancias globales. Aunque algunos países como Argentina tratan de imitar estas políticas, el impacto aquí es distinto por nuestra situación particular”, explicó.  

El economista también advirtió sobre el impacto de las tensiones geopolíticas en los mercados financieros y las cadenas de suministro globales, mencionando que estos factores externos deben ser considerados al trazar estrategias económicas nacionales.  

Los desafíos estructurales de Argentina  

Pasando al plano local, De Pablo fue contundente al señalar las falencias estructurales que aquejan a la economía argentina. “No hay plata, no hay plata, no hay plata”, repitió, destacando que el país enfrenta una severa restricción fiscal que dificulta la implementación de políticas sostenibles.  

Uno de los puntos centrales de su crítica fue la falta de credibilidad del Gobierno. “La credibilidad no se construye con discursos o promesas, sino con hechos concretos. Sin ella, cualquier plan económico está destinado al fracaso”, aseguró. Según el economista, esta falta de confianza afecta tanto a los inversores como a los ciudadanos, generando un círculo vicioso de incertidumbre y falta de inversión.  

De Pablo también enfatizó la necesidad de abordar el déficit fiscal primario con seriedad. “El Gobierno no puede seguir gastando más de lo que recauda. Sin un ajuste en las cuentas públicas, cualquier intento de estabilización será solo un parche temporario”, advirtió.  

Exportaciones y competitividad: una asignatura pendiente  

Otro de los temas destacados en su exposición fue el rol del comercio exterior como motor de crecimiento económico. De Pablo subrayó que Argentina tiene un enorme potencial exportador, especialmente en sectores como el agroindustrial, pero advirtió que las políticas actuales no están alineadas con esta prioridad.  

“Si no logramos sincronizar las medidas que faciliten las exportaciones con aquellas que reduzcan los costos de producción, seguiremos perdiendo competitividad”, explicó. Además, criticó la falta de incentivos claros para los sectores productivos y la carga impositiva que sofoca la iniciativa privada.  

En este sentido, destacó la importancia de mejorar las condiciones logísticas y la infraestructura necesaria para que las exportaciones sean más eficientes. “No podemos hablar de crecimiento si seguimos teniendo costos logísticos tan altos que nos sacan del mercado internacional”, afirmó.  

El impacto de las decisiones internacionales en la economía local

De Pablo también abordó el papel de los organismos multilaterales de crédito y las negociaciones con los acreedores internacionales. “Lo peor que le puede pasar a la Argentina es volver a endeudarse sin un plan claro de cómo usar esos recursos. No se trata solo de pedir dinero, sino de demostrar que hay una estrategia seria detrás”, subrayó.  

En relación a esto, recordó que el país debe actuar con cautela y aprender de los errores del pasado, donde la falta de planificación convirtió la deuda externa en un problema recurrente. 

Reflexiones finales y una advertencia sobre el futuro

Cerrando su intervención, De Pablo lanzó una advertencia sobre los riesgos de seguir postergando las decisiones necesarias. “La economía es dinámica, pero si seguimos sin tomar decisiones firmes, el deterioro será cada vez más difícil de revertir”, afirmó.  

Sin embargo, también dejó espacio para el optimismo, destacando que Argentina tiene recursos y capacidades para salir adelante si logra implementar políticas coherentes y sostenibles. “Cuando me preguntan cuándo llegará la recuperación, siempre digo lo mismo: todo depende de que tomemos las decisiones correctas en el momento adecuado”, concluyó.  

La charla de Juan Carlos de Pablo no solo sirvió como diagnóstico de la realidad económica, sino como una invitación a reflexionar sobre las prioridades del país. Con un análisis que combina profundidad técnica y un estilo accesible, el economista planteó los desafíos y las oportunidades que definirán el futuro de Argentina en un contexto global cada vez más complejo