Trabajadores no docentes de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) denunciaron públicamente que la institución, tras años de promesas de regularización, podría dejarlos en la calle a fin de mes, sin seguridad social y sin medios para sustentar a sus familias.

Ante la falta de respuestas, un grupo de personas judicializó la situación tras presentar varias notas en paritarias, las cuales fueron rechazadas. El temor es generalizado y muchos prefieren mantener el anonimato por miedo a represalias.

"Llevamos más de ocho años trabajando en la universidad bajo contratos irregulares como monotributistas, algunos con más de una década de antigüedad", comentó uno de los empleados afectados. "La gestión actual, liderada por el ingeniero Daniel Hoyos, se comprometió a mejorar nuestra situación y, si bien hubo avances salariales, la precarización sigue siendo un problema grave".

Relató que en septiembre de 2023, mediante un acuerdo con la Secretaría de Políticas Universitarias, la UNSa obtuvo varios cargos de categoría 7, destinados a trabajadores con años de antigüedad en condiciones irregulares. Sin embargo, según los empleados, solo algunos sectores abrieron concursos internos, dejando al resto en una situación incierta. "Nos prometieron que podríamos concursar para los cargos donde llevamos años trabajando, pero eso no fue así. Quedamos en el aire", añadió el testigo.

Falta de transparencia

Los trabajadores también denuncian favoritismo y falta de transparencia en los concursos. "No pedimos que nos pasen a planta sin concurso como dicen, eso es una mentira. Solo exigimos que se realicen en nuestras áreas de trabajo y que sean concursos transparentes", aclaró un trabajador. Sin embargo, señaló que "los concursos en la universidad tienen nombre y apellido". Afirmó que de los cargos obtenidos por el acuerdo, al menos 17 fueron destinados a familiares de empleados permanentes de la universidad, en clara violación de normativas nacionales e internas de la UNSa que prohiben tales prácticas.

La incertidumbre es palpable entre los trabajadores, quienes recibieron una prórroga de contrato solo hasta el próximo 30 de noviembre. De no resolverse la situación, quedarían sin cobertura de salud y sin ingresos. "Somos padres, llevamos el pan a nuestros hogares con este trabajo. Muchos de nuestros hijos están bajo tratamiento médico, y el 30 quedaríamos sin cobertura, en la nada", expresó.

Doble discurso

Los empleados señalan lo que consideran una "doble moral" por parte de la universidad. "Mientras la UNSa critica los recortes propuestos por el Gobierno nacional, aquí también alegan que 'no hay plata, no hay cargos'. Pero, ¿cómo es posible que sí haya cargos para familiares de la planta permanente?", cuestionó otra voz. "Necesitamos una respuesta institucional. No podemos quedarnos en la calle, después de años de servicio en la universidad", dijo.

"Me inscribí en cuatro llamados, me presenté en dos, y en uno quedé en el orden de mérito, lamentablemente no pude presentarme a los otros dos debido a un problema familiar", agregó una empleada que se siente a la deriva.

Trama de una injusticia: hijos de empleados tienen privilegios

"Creemos que quedar en el orden de mérito ya demuestra idoneidad, pero nos enfrentamos a muchas trabas; mientras que a los familiares de empleados se les facilita todo, lo cual consideramos inconstitucional y contrario al Convenio Colectivo de Trabajo", planteó una afectada.

Comentó que el concurso está impugnado por arbitrariedad manifiesta, y que están esperando lo que diga la asesoría. De todos modos, agregó que no se está respetando el orden de mérito en los concursos excepcionales, y la única opción es ganarlos.

La no docente manifestó "estamos esperando la notificación para ir a la Justicia, ya sabemos que la respuesta es negativa, pasamos por todo el trámite administrativo, nos queda como último recurso la Justicia. Incluso pedimos que se derogue parcialmente la resolución que aprueba los concursos excepcionales, específicamente en el tema de los familiares, pero nos rechazaron por considerarla extemporánea y porque ya fue homologada por el Consejo Superior". Pese a las múltiples presentaciones en paritarias, afirman que todas las notas y pedidos quedaron archivados en la comisión de Paritarias, sin respuesta. Ahora estamos en manos del gremio, ya que esta gestión le otorgó entidad para manejar los cargos de la Universidad. Entran solo quienes ellos deciden".

"Llevo nueve años como contratada y, el 1 de septiembre de 2023, fui designada como personal de planta no permanente, lo cual fue una alegría. Mi siguiente paso era concursar el cargo. Al revisar el acta de designación, noté una referencia a 'hijo de PAU' (Personal de Apoyo Universitario), no le di importancia, sin embargo, en el primer cuatrimestre de este año, salió un concurso que especificaba 'hijo de PAU activo'.

Prosiguió: "Al hablar con un responsable de mi área y del gremio, le pregunté por mi cargo y me explicó que tendría que concursar en otra área, lo que considero injusto, ya que llevo años trabajando en un sector".