El miércoles pasado un auto, Ford Focus, abordado por una mujer y sus tres hijos, se detuvo en la estación de servicio "Geminis Gas" en Orán, cerca de las 23.30. Cuarenta y tres segundos pasaron desde que el playero colocó la manguera en la parte delantera del vehículo y se produjo la explosión: reventó el tubo de gas y por el aire volaron los "ladrillos" con cocaína que estaban en su interior.

Efectivos policiales llegaron al lugar y un gendarme que casualmente estaba a metros de la estación también se hizo presente, fue quien alertó a sus pares de lo ocurrido y de inmediato se llevó a cabo un procedimiento.

La mujer, identificada como Sofìa Esther Chaparro, quedó detenida. En ese momento la sospechosa señaló que era policía de la Bonaerense, luego se supo que hace 12 años trabaja en la fuerza porteña y tiene el grado de sargento.

Gendarmes de la Unidad de Investigaciones Procedimientos Judiciales Orán trabajaron en la escena donde estalló la parte trasera del vehículo. "Además de la droga que se secuestró, quedaron sin romperse cinco paquetes -tipo "ladrillos"-, también secuestraron cinco celulares y otros elementos de valor para la causa, como por ejemplo recibos de tubo de gas entre otra documentación", sostuvo en diálogo con El Tribuno la fiscal federal auxiliar, María del Carmen Núñez, quien actúa en la causa junto al fiscal federal José Luis Bruno, de la Fiscalía Federal Descentralizada de Orán.

Exmarido

Luego del gigantesco estallido del tubo de gas del Ford Focus, que conducía la sargento de la Bonaerense con más de 20 kilos de cocaína, los tres menores de 9, 13 y 14 años fueron trasladados por seguridad al hospital zonal, uno de ellos, el de 13, sufrió una leve lesión en uno de sus ojos, a raiz de un impacto por parte de un objeto.

Media hora después de producido el hecho llegó al hospital el padre de los chicos, se trata del exmarido de Sofía Chaparro, separados hace poco tiempo. Según fuentes vinculadas al caso, tras la separación el hombre se vino desde Buenos Aires y se radicó por cuestiones laborales en Colonia Santa Rosa, donde la imputada habría llegado para que los menores vean a su padre.

En la audiencia de imputación donde participaron de forma virtual el juez federal de Orán, Gustavo Montoya, la fiscal federal auxiliar, Carmen Núñez, y el defensor de Chaparro, el doctor Hugo Velaztiqui, la acusada se abstuvo de declarar. El delito que se le imputa, transporte de estupefaciente, prevé una pena de 4 a 15 años de prisión y de 6 a los 20 años por el agravante.

Ambos, tanto la acusada como el exmarido, son oriundos de Formosa, vivían en Buenos Aires y tras la separación él se vino para el norte argentino. Ella sigue viviendo en la capital del país, en La Matanza, trabajando en la Comisarìa 7ma. Al parecer había pedido carpeta médica y andaba viajando junto a sus tres hijos.

La mujer fue imputada por el delito de transporte de estupefaciente agravado por ser cometido por personal policial. Está con prisión preventiva en el Escuadrón 20 "Orán".