Mientras sonaba "Buenos Tiempos" de Los Piojos, entre banderas flameadoras y espaldas transpiradas, durante el último día de Cosquín Rock 2003, Nicolás Romero sintió en el piso un objeto más sólido que unas zapatillas de lona y menos duro que una piedra: era una cámara de fotos. La levantó como pudo, la llevó al bolsillo de su bermuda y cantó:  "Y no dejaste de empujar, tal vez, porque quieto se siente peor". La curiosidad no mató al gato y tiempo después reveló fotos de desconocidos. Hoy, 21 años más tarde, el salteño busca a los dueños para darles las imágenes impresas.

Eran otros tiempos, no había redes sociales ni siquiera comunicaciones más allá de un teléfono fijo. Internet era para solo algunos privilegiados y guardó las fotos en cajas viejas, pero en la previa de este Cosquín Rock recordó que las tenía y contó a El Tribuno su deseo: "Quizás esos chicos, hoy adultos, ante cada fecha del festival recuerden que perdieron sus fotos. Por algunas banderas intuyo que son de Cañada de Gómez, Santa Fe".

"Fue mi primer Cosquín Rock y fui con un grupo de amigos. Jamás nos olvidaremos de esos días. Éramos adolescentes y no teníamos un peso pero fuimos a ver a nuestras bandas favoritas. Al final volví con una cámara de fotos que pensé devolver pero era imposible encontrar a los dueños. ¿Cómo hacía?", sostuvo.

Una cámara, estuche y mucho más

Sobre la cámara de fotos, reconoció que era bastante profesional para la época: "Si bien era a rollos, tenía algunos detalles más 'pro' que las comunes. Tenía un zoom muy bueno. La usé varios años. El otro detalle es que sobre el final del show había un estuche pero era de otra cámara y volví con el combo". Es que sobre el final de los shows masivos algunos fanáticos se quedan buscando "tesoros" perdidos por otros. 

Nicolás está casi seguro que los dueños de la cámara y las fotos son de la pequeña ciudad santafesina: "Sacaron pocas fotos, una especie de selfie, una visita a un río y algunas del festival pero del último día. Se ve que ellos fueron solamente ese domingo que cerró el Cosquín Rock. Si bien hay varias fotos de banderas, hay dos especialmente de Cañada de Gómez". 

"Siempre pensé que ellos se deben preguntar qué pasó con esa cámara y quizás piensan que las fotos nunca se revelaron pero acá están y me gustaría hacérselas llegar". Cosquín Rock y los medios de comunicación son el mejor nexo para encontrarlos. "Mirá si el próximo año nos reunimos en el festival y se las devuelvo personalmente", comentó el salteño, quien lejos de ser un adolescente advirtió que las condiciones de su regreso serían diferentes: "No volvería a ir con tan poco dinero y en un camping. Quizás iría un poco más cómodo", dijo entre risas, aunque aseguró que aún escucha a las bandas y músicos que hacen historias en Cosquín como Divididos, Las Pelotas, Skay y Ciro y Los Persas.