Acceso web El Tribuno:
www.eltribuno.com
Contacto:
Editor: Pablo Juarez
E-mail: pjuarez@eltribuno.com.ar
Teléfono: +54 387 4246200
Por cualquier consulta administrativa o referida al sitio, puede escribirnos a: contactoweb@eltribuno.com.ar
Director: Sergio Romero
Telefono: +54 0810 888 2582
Razón Social: Horizontes On Line SA.
Registro de propiedad intelectual: 69686832Domicilio: Av. Ex. Combatientes de Malvinas 3890 - CP (A4412BYA) Salta, Argentina.
El Tribuno entrevistó a la directora de orquesta colombiana Elizabeth Vergara Gallego, que llegó a Salta invitada por el Mozarteum Argentino - Filial Salta.
1 DE Abril 2024 - 11:05
Elizabeth Vergara Gallego es una directora de orquesta colombiana que estuvo radicada en la ciudad de Manchester y hoy divide su vida entre Colombia y Argentina. Llegó a Salta invitada por el Mozarteum Argentino - Filial Salta, para dirigir la Orquesta Sinfónica de Salta brindará un concierto en el Teatro de la Fundación Salta. El viernes 29, a las 21, los salteños disfrutaron de un concierto exquisito y El Tribuno tuvo la oportunidad de entrevistarla. Durante la charla la directora asistente contó que aún le falta experiencia y años de trabajo para consolidarse y reconoció a compositores argentinos como Astor Piazzolla y el "Cuchi" Leguizamón.
¿Cómo fue su acercamiento a la música clásica?
Yo inicié a los 11 años tocando el saxofón en la Escuela de Música de mi municipio de San Vicente Ferrer. Teníamos una banda sinfónica a la cual hice parte 6 años y básicamente la música fue mi compañera durante toda mi adolescencia. Me enamoré y se volvió parte indispensable de mi vida.
¿Por qué se inclinó por ser directora de orquesta?
En principio el acercamiento a la dirección orquestal fue muy intuitivo no tenía muchos referentes en el tema de la dirección. Cuando hice parte de la banda sinfónica tuve algunas posibilidades de dirigir la banda y entendí que tenía una curiosidad por esa posición además de que podía entender la música desde lo macro y no solo desde el rol del saxofón. Posteriormente cuando terminé el colegio pude ingresar a la Universidad de Afit allí realicé mi pregrado en dirección orquestal y tuve grandes maestros que me enseñaron el oficio y en efecto me enamoré perdidamente de la dirección, del hacer música y aquí vamos todavía redescubriendo y aprendiendo sobre este oficio tan bonito.
¿Qué influencia tiene la música clásica en Colombia?
Yo creo que tanto en Colombia como en el resto de países en Latinoamérica sufrimos casi el mismo fenómeno y es que la música clásica sigue siendo algo muy ajeno a nuestros pueblos por una simple razón de que no tiene nada que ver con el fervor popular. La música folclórica que nosotros tenemos fue hace muchísimo tiempo influenciada por la música europea pero digamos que hoy en día no tiene nada que ver con el sonido de una orquesta. Sin embargo, cada vez tenemos mejores conservatorios, mejores profesores que nos hacen competitivos a nivel mundial. Entonces aún hay muchísimo que hacer para achicar un poquito esa brecha entre ese formalismo de las orquestas sinfónicas y el real sentimiento de una persona normal con respecto a la música. Eso es lo que hay que achicar.
¿Por qué eligió interpretar Gilardo Gilardi y Mozart en su concierto?
Ambos compositores son muy distintos. El tema de elegir estos compositores obedecía en principio una necesidad de espacio puesto que vamos a estar interpretando este concierto en la sala de la Fundación Salta, que es una sala muchísimo más compacta pequeña pero que nos permite tocar música muchísimo más camerística e incluso cercana al público. Yo creo que el tema del concierto es lo académico Sinfonía 38 de Mozart, Sinfonía Praga es una sinfonía increíblemente virtuosa, exigente técnicamente para el intérprete, le exige muchísima pureza y destreza desde la concepción y desde la interpretación. Gilardi, por su parte, es un poco lo opuesto porque tomamos lo folclórico y lo llevamos a lo académico. Sin embargo, no se desliga de lo académico de unas formas un poquito más un poquito más trabajadas y realmente se contrasta muy bien y sé que a la gente le va a encantar.
¿Qué busca transmitir a través de sus interpretaciones?
Siempre busco que la música se sienta viva, que ese momento donde tenemos el público en la sala sea inolvidable. Busco fervorosamente hacer una interpretación fiel, muy respetuosa con el compositor pero también que saque un poquito de las casillas a los músicos que los invite a pensar, que los invite a redefinir una y otra vez su rol como músicos y como intérpretes dentro de la orquesta. Creo que el rol del intérprete es realmente bello puesto que tenemos ese momento mágico del espectáculo, del performance para darle vida a esa obra. Pasa específicamente en la música, en el teatro donde necesitamos seriedad, un estudio complejo del intérprete para poder revivir información que está al final del día en un librito. Entonces bueno, es bastante apasionante el tema de la interpretación.
¿Por qué eligió Manchester para radicarse?
Yo ahora no vivo en Manchester. En realidad yo navego entre Colombia y Argentina realicé mi maestría en el Royal Northern College of Music en la ciudad de Manchester, un gran conservatorio prestigioso en Inglaterra y especialmente destacado en su escuela de dirección orquestal gracias a esta escuela tuve la fortuna de dirigir orquestas de muy alto nivel como Royal Liverpool Philharmonic, BBC Philharmonic, Opera North o Northern Ballet. Entonces, una escuela que te conecta con intérpretes de primer nivel.
¿Qué balance haces sobre su carrera y su trayectoria? ¿Qué le falta concretar?
Bueno, siendo muy honesta, aún soy una niña en este tema de la dirección orquestal. Llevo muchos años estudiando, es verdad, pero creo que aún me faltan muchos años para poder afincarme y decir ya, ya soy una gran directora. Creo que hay mucho trabajo de aquí en adelante y atrás también. Estos años son claves en el sentido de que es el momento de seguir adquiriendo muchísima experiencia con diferentes orquestas para seguir adquiriendo y aprendiendo esta psicología de cómo se manejan los grupos, para seguir adquiriendo repertorio y para aprender otras cosas que tienen que ver con lo no musical que pues tampoco te lo enseñan mucho en las escuelas. Digo, siempre lo he dicho, mi rol acá como directora asistente es un rol muy activo, es muy interesante porque tengo la posibilidad de dirigir muchísimos, muchísimos conciertos y lo cual me satisface mucho y me hace feliz porque siento que con cada concierto crezco y aprendo. Por ahora no tengo más objetivos de buscar ser titular aquí o en alguna otra orquesta. Mi objetivo principal en este punto de mi vida es aprender lo que más pueda acerca del oficio del director, acerca de las obras. Y ya, eso es todo. Y esperaré que en unos años justamente como este conocimiento traiga como consecuencias o que se abran otras puertas.
¿Es difícil ser reconocida en este ambiente musical?
Es muy difícil, es muy difícil, hay muchísima competencia, gente muy buena y es aún más difícil siendo mujer y joven. Ahorita está cambiando radicalmente en el mundo, especialmente en Europa, aquí en Latinoamérica siento que todavía vamos un poquito atrás y todavía es un poco complejo asumir que una chica joven se pare frente a la orquesta. Choca a veces en algunas orquestas, pero eso es lo que justamente estamos tratando de cambiar. Es una lucha que hay que seguir dando, nos toca dar una cuota grande de trabajo, de perfección, de pulcritud. Y bueno, yo espero honestamente que en unos 10, 20 años el camino sea muchísimo más fácil para las mujeres directoras que vienen en camino. Así como sé que ha sido muchísimo más fácil que mis maestras, que ahorita son muchísimo mayores y que tuvieron que vivir situaciones fuertes de rechazo. Entonces, sí es difícil, en sí la profesión es difícil, siendo mujer, siendo joven es aún más difícil. Pero bueno, yo creo que la clave también de esta profesión, trato de pensar en eso, o por lo menos es mi filosofía de vida, es no rendirme y seguir persistiendo religiosamente, trabajar por lo que creo y por lo que siento que es el trabajo honesto.
¿Cuáles son sus compositores favoritos?
Fervorosamente adoro la música alemana, me encanta Johann Sebastian Bach, Beethoven, Johannes Brahms. Creo que estos compositores particularmente llevaron la música a un nivel indescriptible, casi que inhumano. Lo que más me gusta de su música es que habla por sí sola, la música se vale por sí sola para validarse, no necesita ningún tipo de artificio para complementar o atraer al público. Es música realmente bien construida desde adentro y por lo menos ahora son mis compositores favoritos. No sé si vayan a ser siempre, creo que sí. Igual hay muchísimas cosas que me gustan y que siento que hacen parte de la variedad que hay que tener como un director, y como melómanos también.
Y de los compositores argentinos que le llamen la atención...
Alberto Ginastera definitivamente ha llevado y ha redefinido y reivindicado el tema del folclore, lo académico, un poco como lo que hace el maestro Gilardi, y realmente su música es de primer nivel interpretada en todas las orquestas del mundo, en las mejores salas del mundo. Me gusta muchísimo Astor Piazzolla, de nuevo como reivindica el tango y como me da ese plus y lo linkea con la música académica. Y particularmente, obviamente no puedo dejar de negar que desde que llegué a Salta me he enamorado de la música del maestro Cuchi Leguizamón. Amo sus armonías, lo que hace desde el ritmo y especialmente su poética.