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El Gobierno prometió que quitará de la ley Bases los artículos más irritantes para el sindicalismo.Acordaron mantener una mesa constante de diálogo. Los gremios deciden si van al paro o solo marcharán.
11 DE Abril 2024 - 02:09
El Gobierno recibió ayer, por primera vez, y de forma oficial a la cúpula de la CGT. El encuentro se dio en la antesala de que se conozcan los detalles de la reforma laboral que entre otros elaboran especialistas de la UCR y que se incluirá en la nueva ley de Bases, un punto sobre el que el sindicalismo peronista le hizo un guiño al Gobierno al dar el visto bueno a los cambios, pero siempre y cuando sea una versión acotada y no toque los temas más sensibles para el sindicalismo peronista.
La reunión, que fue encabezada por el ministro del Interior, Guillermo Francos y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y de la que también participó el asesor presidencial Santiago Caputo, se dio un día antes de que los gremios debatan internamente la posibilidad de avanzar con un paro general o una movilización para el 1° de mayo, y se extendió por casi dos horas y media en la Casa Rosada.
Tanto desde la órbita del Gobierno como desde la central obrera coincidieron en calificar el encuentro como "positivo" y que se desarrolló "en términos muy cordiales". "Fue una buena reunión", calificó una fuente de la CGT, que agregó que se habló sobre la posibilidad de conformar una "mesa de diálogo" con la idea de juntarse periódicamente.
Los sindicalistas mostraron voluntad para acompañar una reforma laboral, siempre y cuando sea una versión acotada. Por caso, que no elimine la cuota sindical, no restrinja el financiamiento de las obras sociales ni limite el derecho a huelga, pero que propicie una ampliación del período de prueba antes de que un trabajador quede en condición de efectivo en relación de dependencia.
En la reunión también se habló de las futuras negociaciones paritarias y de la nueva ley de Bases. En el encuentro los sindicalistas no pudieron ver el texto que se incluirá sobre los cambios laborales cuando entre al Congreso, porque el radicalismo, que tiene a su cargo la redacción, lo entregará recién hoy, pese a que inicialmente estaba previsto para ayer.
Entre los temas abordados estuvo el de las obras sociales -uno de los más sensibles para los gremios- y también el de la homologación de convenios. Dos temas en los que los gremios esperan que el Gobierno les de una solución.
Poco antes de la reunión con el Gobierno, la CGT dio a conocer un documento de 13 páginas en las que detallaron los cambios que aceptarían en una reforma laboral, aunque no lo trataron en el encuentro de ayer a la tarde. A la mañana, los sindicalistas recibieron al bloque de senadores de Unión por la Patria para cerrar filas para rechazar la reimposición de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias y "la ley de Bases".
A la sede de Gobierno arribaron poco antes de las 16.30 Héctor Daer, de Sanidad; Hugo Moyano, de Camioneros; Carlos Acuña, de Estaciones de Servicio; José Lingeri, de Obras Sanitarias; Andrés Rodríguez, de UPCN, y Gerardo Martínez, de la Uocra.
Estaba también invitado Pablo Moyano, quien no acudió a la convocatoria. Es quien lleva un perfil más combativo dentro de la estructura sindical.
También se sumaron otros miembros del consejo directivo de la CGT como Marina Jaureguiberry de SADOP; Cristian Jerónimo de Empleados del Vidrio; Susana Benítez, de SATSAID; Jorge Sola de Seguros y Oscar Rojas de Maestranza. Por el Gobierno, también participó del encuentro el secretario de Interior, Lisandro Catalán.
En la antesala del encuentro, en la Casa Rosada afirmaron que era un "buen primer paso" en el vínculo con el sindicalismo, con quien explicaban que habían tenido sintonía en la previa a la presentación del DNU 70/2023, tras lo que admitían que ese texto "tomó por sorpresa" a los sindicalistas.
En esa línea, aseguraban que buscaban "tender puentes" luego de ese episodio. Desde el círculo cercano a Milei afirmaban también que "no hay ningún tipo de animosidad" con los sindicalistas y que, además, los consideraban un "importante actor privado".
La Casa Rosada hizo un acuerdo con la UCR: ante la insistencia de los radicales para incluir en la ley "Bases" la reforma laboral que estaba en el DNU 70/2023 y que fue frenada por la Justicia, los funcionarios de Milei le propusieron al jefe de la bancada de la UCR, Rodrigo de Loredo, que su bloque presente por separado un proyecto para incorporarlo al texto de la nueva ley ómnibus durante el tratamiento en comisión.