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Como toda conducta, el consumo de pornografía puede hacer una necesidad sin límites, y la peor de estas consecuencias es cuando el no respetar un límite, lastima a otro. Junto a la sexóloga y ginecóloga Florencia Herrera analizamos esta conducta y cuándo hay que pedir ayuda.
13 DE Abril 2024 - 19:07
El término “pornografía” fue utilizado por primera vez por Restif de la Bretonne en 1769 en su tratado Le pornographe, en donde buscaba normalizar y racionalizar la práctica social de la prostitución. Según Miguel Ángel Fuentes, la “pornografía designaba en la antigüedad ‘la propaganda de la prostitución’”.
Si analizamos esta definición advertimos que de una se cae en el análisis de una de las actividades más antiguas de la historia. Tan antigua como el hombre y sus costumbres, pero que con el tiempo cambio. Como cambiaron las costumbres de los hombres, y las formas en las que llevan sus vidas.
Florencia Herrera, ginecóloga y sexóloga, recuerda que si empezamos por entender que la definición de la pornografía -que está en cualquier diccionario- la define como una representación que puede ser gráfica, por lectura, fotos, videos, de actos sexuales que tienden a buscar la excitación de una persona, podríamos decir: bueno, entonces si tiene un lado bueno, porque logra excitar.
Pero, cuando se analiza la realidad, los alcances actuales y cómo, desde la medicina se descubren ciertas patologías, a través de conductas repetitivas, se puede ser que el consumo de pornografía tiene más desventajas que ventajas.
"Vamos primero por la ventaja que es lograr la excitación de una persona o pareja", expresa la profesional.
Herrera explica algunos de los beneficios es, que a veces el consumo de pornografía excita a una persona y a una pareja. "Puede ser el estímulo para iniciar la conversación de algunas prácticas, de alguna fantasías, de algún modo de salir de la rutina, para potenciar y mejorar cualquier tipo de situación sexual en la pareja. Por lo tanto desde ese punto de vista sería beneficioso ya que muchas parejas especialmente de más tiempo, muchas veces recurren a cualquier modo de imagen que pueda generar excitación", analiza la profesional.
Puede ser el punto de partida para conversar de fantasías propias, fantasías del otro, e intentar desde el hablar hasta poder cumplirlas.
La sexóloga adelanta que este consumo de la pornografía y los usos de esta en la pareja debe ser "siempre con consentimiento de las partes, es decir, yo puedo tener a través de la pornografía una imagen que me excite, cuando la veo solo o acompañado. Puedo proponérsela a mi pareja y ella tendrá que dar el consentimiento".
"El consentimiento tiene que ser libre. No tiene que haber ninguna presión, tiene que ser entusiasta. Sí estoy dispuesto a poder ver qué onda con esta fantasía también tengo que entender que la decisión es reversible hasta último momento", advierte Herrera.
La sexóloga analiza que desde ese punto de vista, "podemos decir que sería beneficioso en forma aislada, el uso de alguna imagen, video o cualquier representación que intente mejorar mi excitación, la de mi pareja, la comunicación y la confianza sexual. Todo eso nos va a llevar a una mejor satisfacción sexual personal y en pareja".
Pero, por qué se dice que la mayoría de las veces son desventajas. Sin ninguna duda, Florencia Herrera, sexóloga y ginecóloga, aclaró que la pornografía no forma parte de la educación sexual. "Son representaciones de situaciones sexuales reales o inventadas que intentan aumentar la excitación, por lo tanto pensar que la pornografía forma parte de la realidad de la sexualidad entre las personas y que de ese modo se va a educar a nuestros hijos es la desventaja más grande", alertó.
La profesional, puso en el primer puesto de las lista de las desventajas, la idea de que la pornografía puede ser una herramienta para la educación sexual, porque existe una importante generación de hombres que fue educado de esa manera.
“Anda a ver la porno y ahí ya vas a saber qué es lo que tenés que hacer”, cuántos adultos de hoy no escucharon esta frase.
"Si ves la etimología de la palabra pornografía hasta incluye la intención del abuso hacia las mujeres, por lo tanto pensar que la pornografía es educación sexual es un error y esa es la gran desventaja que lamentablemente la falta de comunicación de padres a hijos, de educadores a personas, promovió", explicó la profesional.
Como sexóloga, Florencia Herrera fue mucho más abarcativa en este tema y detalló que la educación sexual no es pastillas anticonceptivas, ni es pornografía para ver cómo es el coito. Es muchísimo más abarcativo que esos dos conceptos erróneos, que tanto mal hacen".
Una de las desventajas del consumo de pornografía en el adulto, que debe ser un llamado de alerta, es cuando esta persona no logra tener una relación que los excite si no es con el consumo de este método.
"Puedo tener con mi pareja 10 encuentros sexuales, de los cuales 8 son comunes y 2 con pornografía y fantasías que me genera un diálogo. No hay problema, pero cuando las 10 veces, las 10 necesitan y cada vez se aumenta la intensidad y la frecuencia y no logro excitación sin pornografía, se está frente a una patología", advierte Herrera que además explica que si la persona no logra la excitación sin pornografía y comienza a reclamar encuentros de mayor intensidad, se puede ver -claramente- que se desprenden situaciones de prácticas múltiples, sado o niños.
Cuando se habla de una adicción a la pornografía se está analizando una patología adictiva. "Es un problema que debe ser tratados con especialistas, psiquiatras, sexólogo. Hay que descubrir el origen de esta adicción. Muchas veces hay cuadros de psicopatías y situaciones de delito. Hay que diferenciar como la pornografia para aumentar la excitación, a ser un perverso y ver el delito", alertó.
Sin dudas el problema más grande y la mayor desventaja de la pronografia es que gracias a internet se tiene un acceso rápido y con situaciones que no siempre forman parte de la vida sexual.
"Es importante que quede claro, que ver una porno, no esta mal y si los dos están de acuerdo, y hablan del tema y de la fantasía. El alerta es cuando es solo lo que me excita y quiero probar el sado, el daño, el múltiple y con niños", reiteró la profesional.
Y ya analizando esta conducta, como sexóloga, Florencia Herrera advierte que poderíamos estar ante un posible caso de perverso patológico psicópata pedófilo.