En medio de un panorama económico cada vez más duro, la posible desaparición del programa de la Garrafa Social en Salta encendió las alarmas entre las familias más vulnerables de la ciudad. Según reveló Iván Mizzau, secretario de Participación Ciudadana y Relaciones con la Comunidad, en diálogo con Radio Salta, la desregulación de precios podría llevar al fin de este programa crucial que es un salvavidas para muchas familias necesitadas en los últimos años.

Los datos son contundentes: actualmente se venden alrededor de 3.000 garrafas semanales a través del programa de la Garrafa Social en Salta, lo que equivale a unas 12.000 mensuales. Estas garrafas se comercializan a un precio solidario de $8.500 cada una en los portones de las empresas, ofreciendo un alivio económico para aquellos que luchan por llegar a fin de mes.

En los barrios

En los puntos de distribución barriales, el precio ya oscila entre los 10.000 y 12.000 pesos por garrafa, mientras que en los comercios puede llegar a alcanzar entre los 27.000 y 30.000 pesos. Hoy, una familia tipo que consume en promedio por lo menos dos garrafas por mes y compra en los puntos de distribución tiene un gasto mensual de entre 20.000 y 24.000 pesos.

Sin embargo, con la desregulación de precios, el costo de la garrafa social se dispararía, alcanzando niveles inalcanzables para muchas familias. "A partir del mes que viene comenzaría a regir la desregulación y ahí impactaría directamente en programas como la Garrafa Social. La decisión terminará golpeando los bolsillos de muchas familias, igual estamos trabajando para tratar de conservar una medida diferencial pero lamentablemente el programa nacional llegaría a su fin", afirmó Mizzau.

Un aumento del 204%

Vale recordar que la medida tomada por la Secretaría de Energía de la Nación se había prorrogado en febrero pasado. Entonces también se había anunciado un aumento del 204% en las garrafas.

Es angustiante, pero es una realidad. Teniendo en cuenta el precio actual en los comercios, hay familias que ya gastan para cocinar por lo menos 60.000 pesos mensuales. Es lo que estiman deberán pagar las familias de escasos recursos si desaparece la garrafa social.

Además, la desaparición del Plan Hogar, que actualmente proporciona un subsidio para el costo de la garrafa, agrava aún más la situación. Este fue un importante respaldo para muchas familias y está en riesgo de desaparecer aunque muchos afirman que ya dejaron de cobrarlo.

Mizzau expresó su preocupación por el impacto que esta medida tendría en los hogares más necesitados. A pesar de los esfuerzos por conservar algún tipo de ayuda diferencial, la realidad es que el programa corre un grave riesgo de desaparecer.