Pese a la tensión política que rodea al distanciamiento ideológico de los presidentes Javier Milei y Lula da Silva, las empresas Energía Argentina (Enarsa) y Petrobras suscribieron un memorándum de entendimiento que, en el próximo invierno, garantizará el gas que necesitan Salta y otras provincias de la región para cubrir las demandas residenciales, de usinas térmicas, industrias y estaciones de GNC sin cortes ni restricciones. Por el acuerdo, que terminó de cerrarse el pasado miércoles, Brasil cederá a para el NOA en los días más fríos entre cuatro y cinco millones de metros cúbicos diarios de su contrato con la petrolera estatal boliviana YPFB a partir de julio. Esos despachos serán compensados en Brasil con energía electrica, que es mas barata, y Gas Licuado Natural (GLN).

El esquema pactado permitirá a Enarsa sortear la endeble situación de abastecimiento en la que se encuentra hoy el norte argentino, frente al invierno que se avecina, ante el hundimiento de la Cuenca del Noroeste, la declinación de las áreas gasíferas de Tarija y el retraso de las obras de reversión del Gasoducto Norte. El contrato de abastecimiento que ha cubierto las demandas del NOA con gas boliviano desde mediados de los años 2000 tiene fecha de corte definitivo a fines de junio.

En octubre de 2023 YPFB comunicó a Enarsa que, ante la caída productiva de los bloques tarijeños y los suministros que tiene comprometidos con Brasil, desde julio suspenderá los despachos en firme que todavía ingresan a Campo Durán desde Yacuiba. Para entonces, en la Casa Rosada, se esperaba tener completadas todas las obras que se proyectaron en el plan reversal del Gasoducto Norte con el objetivo de empezar a abastecer al centro y norte del país con gas de Vaca Muerta. Sin embargo, tras el cambio de gobierno, se declaró desierta una licitación clave para el norte argentino y el nuevo proceso, que tiene uno de los tramos con obras apenas iniciadas y otro con la adjudicación resuelta a comienzos de esta semana, estiró los plazos de finalización por varios meses más.

La incertidumbre del NOA acaba de ser despejada con el entendimiento que se cerró con Brasil por un plazo de tres años y que contemplaría, a partir de la reversión del Gasoducto Norte, la futura colocación de gas de Vaca Muerta a Brasil y a Chile a través de ductos binacionales que tienen al norte salteño como nudo estratégico de interconexión gasífera sobre el eje transversal del Mercosur.

El acuerdo

Tras firmar el memorándum en Río de Janeiro, el presidente de Energía Argentina narsa, Juan Carlos Doncel Jones, remarcó que el entendimiento permitirá solucionar el abastecimiento de gas del noroeste argentino, mientras se finalizan las obras recientemente licitadas de reversión del Gasoducto Norte. El funcionario nacional precisó que también posibilitará el intercambio de información, identificación y estudio de viabilidad de alternativas, acciones y mecanismos de mediano y largo plazo para cooperación y complementariedad energética entre Enarsa y Petrobras. Desde la petrolera estatal brasileña también se destacó el valor estratégico que significa la integración regional.

Sin márgenes

La demora en la licitación de las obras para la reversión del Gasoducto Norte y la declinación de los volúmenes suministrados por Bolivia a Argentina dejó al gobierno de Javier Milei con pocas opciones para garantizar el suministro en el NOA.

Las conversaciones para llegar a un acuerdo fueron contrarreloj y se desenvolvieron bajo un clima tensado por las diferencias ideológicas de los presidentes de ambos países. De hecho, en las ultimas semanas había trascendido que el presidente Lula da Silva evaluaba pedirle la renuncia al CEO de Petrobras, Jean Paul Prates, luego de que éste admitiera, en el marco de la megaconferencia de energía que se realizó en la segunda quincena de marzo en Houston (Estados Unidos), la existencia de las conversaciones para liberar al Noroeste argentino una parte del gas que Bolivia suministra al Brasil. La potencial remoción de Prates, que habría dejado al gobierno argentino sin un interlocutor crucial en la conversación multinivel que Milei había complicado con duras declaraciones ideológicas, quedó finalmente descartada con la firma del acuerdo.

En la conferencia energética global que se desarrolló en la meca petrolera del sureste de Texas, la agenda argentina, que incluye a Vaca Muerta y al plan reversal del Gasoducto Norte, fue expuesta por el titular del Grupo Techint, Paolo Rocca, y el vicepresidente de Gas, Energía y Desarrollo de Negocios de Pan American Energy, Rodolfo Freyre.

Destino, Brasil

El ejecutivo de PAE, compañía que opera el declinante bloque gasífero de Acambuco en el norte salteño y se posicionó en los últimos años como una de las principales productora de Vaca Muerta, con seis fuertes áreas de la formación no convencional de la Cuenca Neuquina, deslizó en su disertación en la CERAWeek, el eje del memorándum que mayor interés despierta en el gigante del Mercosur ante el derrumbe gasífero de Tarija. En referencia concreta al papel de podría ocupar Vaca Muerta para cubrir el suministro a mediano plazo en el Cono Sur, Freyre sostuvo que "el gas argentino podría ser la mejor manera para gestionar la flexibilidad del mercado eléctrico de Brasil". Ese es un objetivo de mediano y largo plazo que las productoras de Vaca Muerta, Enarsa y el gobierno nacional esperan alcanzar y que el plan reversal del Gasoducto Norte acercaría. Y esa parece ser también la razón por la que la triangulación con Brasil llegó a buen puerto pese de las tensiones ideológicas.