El niño de 7 años al que un caballo le arrancó la mitad de la oreja, quién reside en el barrio Circulo III, permanece internado en el Hospital Público Materno Infantil. Según informaron desde el nosocomio esté lunes será valorado por el equipo de cirugía plástica del nosocomio. Se recuerda a la comunidad que la presencia de animales sueltos en la vía pública, está regulada por la ordenanza 66 de la ley 7135/01 del código Contravencional de Salta, que impone arresto de 30 días o multa, para los dueños que los dejen deambulando por rutas, plazas o cualquier espacio público que ponga en peligro a las personas. En el caso de advertir la presencia de animale sueltos, se debe llamar al 911.

Por su parte, veterinario Walter Chihan, recuerda la importancia de la responsabilidad en la tenencia de animales y explicó los motivos de la reacción agresiva del caballo. En diálogo con El Tribuno, expresó: “Lamentó este tipo de accidentes, es una pena porque se trata de un niño que terminó con su oreja mutilada. El perro es el mejor amigo del hombre y ahí nomas está el caballo en su relación con los seres humanos. Muy rara vez el animal reacciona mordiendo. Se trata de una conducta agresiva de defensa”. Y dijo que en esté caso es muy posible que al tratarse de una yegua en celo, al igual que pasa con las perras, reaccionan mal porque están “hiper excitadas” o más sensibles de lo normal.

Y resaltó: “Sabemos también que a los chicos les encantan los animales, lo veo a diario en la veterinaria. Los niños se acercan a los perros por ejemplo, y les quieren hacer caricias, pero a veces se molesta, porque no los conocé”. Luego, remarcó: “Desgraciadamente la mordedura del caballo es muy fuerte y agresiva”.

Experiencia de los gauchos conocedores de caballos

Además, Chihan, contó: “A veces uno ve que a los gauchos que suelen montar caballos, les tiran un tarascon en las botas o en la bombacha y si les agarra la piel los puede lastimar. Pero al tener experiencia saben como defenderse. En el caso de un nene y siendo de ciudad, seguramente se confían y el pequeño no tuvo la reacción rápida de retirarse”.

Luego, sostuvo que la yegua desgraciadamente dejó al chico con una herida mutilante y admitió que es muy posible que en la bronca haya deglutido el pedacito. “Pesé a que se trata de un animal netamente herbívoro, cuando están en celo o con bronca tienen este tipo de reacciones”.

Hay muchos animales sueltos en ruta 33

Asimismo, el veterinario recomendó a la población tener mucho cuidado y ser responsables respecto a su tenencia. Y detalló: “Los caballos pueden reaccionar mordiendo, con patadas para atrás y eventualmente si arquea la cadera puede hacerlo para el costado. Por dar un ejemplo sucedé mucho en la ruta 33, que es la que más recorro y siempre hay muchos animales sueltos que se cruzan”.

Por eso, recordó que hay que estar atentos, ya que un accidente con estos animales, pueden ocasionar la lesión del caballo y a su vez al tener un gran porte puede se daña el vehículo. También, se generan serios accidentes viales. “Reiteró a veces la inocencia de los niños e inclusó de una persona adulta que no conoce a estos animales, hace que se acerquen sin mala intención y resulten en estos accidentes graves. Todo animal en la vía pública o en los caminos no está permitido, por eso se debe denunciar”.

Tener un animal suelto en la vía pública es motivo de una infracción

El artículo 66 de la ley 7135/01, Código Contravencional de Salta, establece que será "sancionado con arresto de hasta treinta 30 días o multa por la misma cantidad de días, el propietario, poseedor o tenedor de cualquier animal que lo dejare deambular en la vía pública, plazas, rutas y demás lugares públicos, de modo que genere peligro".

Las personas que adviertan la presencia de animales sueltos deben llamar al 911. Según la derivación, personal policial de la dependencia más cercana o de Caballería se dirige al sitio y procede a incautar al animal y trasladarlo a la base de Caballería, donde recibe los cuidados correspondientes. Luego, la fiscalía interviniente le cobra una multa al responsable. Cuando finaliza el proceso administrativo de actuaciones y la fiscalía ordena la entrega, el propietario debe acudir con el oficio y se le devuelve el animal. Finalmente un juez correccional es quien termina dirimiendo las actuaciones.