La primera jornada del juicio por el crimen de Cintia Vanesa Fernández, ocurrido en 2011, tuvo como declarante a la policía Gimena Núñez, acusada de falso testimonio y encubrimiento agravado en concurso real. Además, también hablaron frente al tribunal colegiado Ana Fernández, madre de la víctima, y el doctor Pedro García Castiella, actual procurador general de la Provincia.

El debate, que comenzó ayer y está previsto que se extienda hasta el 8 de mayo, se lleva a cabo en el Salón de Grandes Juicios "Dr. Miguel Ragone" del Poder Judicial, y está a cargo de los jueces María Cecilia Flores Toranzos (presidenta), Marcelo Rubio y Gabriela Romero Nayar (vocales). En representación del Ministerio Público Fiscal se encuentra Ramiro Ramos Ossorio, en tanto que la defensa de la policía está a cargo de Juan Casabella Dávalos.

Luego de la lectura del requerimiento a juicio del fiscal, el defensor de la encartada realizó un planteo de nulidad parcial que le fue denegado. La presidenta del cuerpo de magistrados le consultó a Gimena Núñez si quería declarar y esta asintió, y pasó al frente con la condición de no responder preguntas, aunque luego sí le contestó a su representante legal.

En cuanto a la acusación de falso testimonio, Núñez sostuvo que desde un primer momento se sintió "hostigada" no solo por parte de la madre de la víctima, sino también por las redes sociales y algunos medios locales. Incluso en la actualidad los hostigamientos son constantes y esto a cualquier persona la pone en estado nervioso", apuntó.

La imputada dijo que ese maltrato que viene sufriendo fue lo que "pudo haber afectado mi declaración, porque no recordaba muchas circunstancias que me preguntaban en ese momento, yo al descargo lo hago el 16 del 5. Eso en cuanto al falso testimonio", expresó.

En alusión al encubrimiento, Núñez negó una serie de acusaciones en su contra, como el hecho de exigir el estampillado a la doctora que en su momento representaba a la madre de la víctima, también negó de manera rotunda haber seleccionado a los testigos en la causa. "Gracias a las declaraciones que se tomaron se pudo ubicar a Condorí y luego detenerlo".

"De todas las tareas en la escena del hecho y luego en la investigación tenía pleno conocimiento el juez -Antonio Pastrana-", declaró la mujer, que por entonces ostentaba el cargo de oficial auxiliar y era responsable de uno de los grupos de trabajo de la División Homicidios.

Tras la retórica de la imputada, pasó al frente Ana del Valle Fernández, madre de Cintia Fernández, para inaugurar la ronda de testimoniales. Rememoró lo vivido la noche del 3 de mayo de 2011 en el departamento de barrio Parque La Vega, sus intercambios con personal policial desde aquel momento y las distintas irregularidades que fue detectando a lo largo de la investigación, y que la llevaron a cuestionar y a realizar presentaciones judiciales.

Castiella destacó que se haya dejado atrás la vieja instrucción

En su declaración, García Castiella explicó que asumió como querellante en la causa cuando la investigación estaba avanzada, y destacó el estancamiento al que se había llevado al caso durante la instrucción, con el sembrado de innumerables hipótesis falsas.

  Momento en que declaró García Castiella.

Estas iban desde juegos sexuales, problemas psiquiátricos y aparente suicidio, hasta el involucramiento inclusive de un tercero, inocente. Señaló que esto fue posible debido al antiguo sistema de instrucción y la liberalidad con la que la policía podía manipular la información que se proporcionaba al juez de Instrucción. Aplaudió la implementación del sistema acusatorio en Salta y sostuvo que los policías tienen que estar bajo el control de un fiscal. Destacó que durante todo ese período de introducción de hipótesis confusas Núñez estuvo al frente de la investigación.

Conforme al relato del entonces abogado querellante, celebró la decisión del juez de Impugnación Abel Fleming, quien evitó que la causa quedara impune y permitió que se retomara la investigación para llevar a juicio a Mario Federico Condorí. También se refirió al desplazamiento de Núñez de la dirección de las investigaciones, dispuesta por el juez Pastrana, al advertir que había dispuesto diligencias que no habían sido autorizadas y que habrían servido a la estrategia para liberar de sospecha a Condorí.

Dijo que Núñez omitió en sus informes aclarar que tres meses antes del hecho había sido compañera laboral de Condorí en la misma División de Homicidios. Esta información se reconoció recién en la audiencia de debate y motivó su requerimiento por falso testimonio en aquella oportunidad por parte del fiscal Ramos Ossorio.

Se refirió extensamente a la acusación contra Gimena Núñez y a situaciones de omisión en los primeros pasos de la investigación, que quedaron en evidencia durante el debate de 2019. En ese momento no se relevaron testigos que tenían información valiosa en la escena del hecho, no se secuestró documentación que fue encontrada en el departamento de la víctima y se cometieron otros errores «groseros» que perjudicaron el avance de la causa.

Por ultimo, declaró una cuñada de Ana Fernández, quien la acompañó de manera permanente tras el hallazgo de Cintia sin vida a realizar trámites y gestiones.