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Le armaron una causa, que ya tiene juez, con partes de las pruebas que ella aportó en contra de su expareja. La causa contra su exmarido está por prescribir y quedará absuelto, sin restricción perimetral ni tobillera .
15 DE Mayo 2024 - 01:42
En las últimas horas la mujer que denunció públicamente que la Justicia le está prescribiendo una causa iniciada por violencia de género y elevada a juicio, cuyo debate se suspendió dos veces, fue notificada hace pocas horas que su lucha por obtener justicia encontró un nuevo y más peligroso obstáculo: ser enjuiciada y condenada por supuesta desobediencia judicial, en perjuicio de su expareja y denunciante.
La cédula de notificación advierte que ya fue elegida la jueza que tendrá de forma unipersonal el debate, donde con probabilidad cierta podría incluso terminar condenada.
Si embargo, mientras esto ocurre, la causa contra su expareja, por delitos mucho más graves, navega en un meandroso proceso que tiene como desembocadura una posible prescripción. Es decir, María Celeste sería condenada no por la causa en sí (desobediencia judicial), sino por no poder recibir justicia en los términos que establece la Constitución Nacional.
Consultado ayer el abogado querellante de María Celeste Pablo Suárez Nelson, dijo que todo esto que está pasando es un absurdo. Aseguró que la causa con la que ahora pretenden condenar a la mamá denunciante se originó en una denuncia de la novia del acusado y expareja de María Celeste, quien denunció que María Celeste, desde su domicilio, mirando hacia arriba les sacaba fotos a ellos desde una distancia aproximada a los 150 metros.
Con ese argumento, sin prueba alguna, sin investigación de peso, sin sentido si se quiere, se armó una causa en contra de una mujer que denunció con pruebas de peso, con investigación del CIF, con aportes y soportes electrónicos el acoso, la violencia y la desobediencia judicial de su ex, quien se compró una casa a menos de 130 metros de la suya, con visión panóptica con el solo hecho de molestarla, acosarla, vigilarla y demás, hechos estos que motivaron que la fiscal de entonces Claudia Geria le allanara el domicilio y le inicie una causa penal, causa que hoy con la intervención de otra fiscalía está a punto de prescribir.
"Lo llamativo, tal como lo dijera la mamá indignada por el destrato judicial, es que su causa originada en una fiscalía de violencia de género fue elevada a juicio hace tiempo, y por incidentes planteados por la defensa del acusado el debate se postergó indefinidamente. Mientras la causa originada en dimes y diretes la lleva a mi clienta al banquillo", dijo el letrado.
El juez de Garantías Nicolás Rodriguez Pipino desestimó dos veces los cargos y absolvió a la mujer denunciada, sin embargo la fiscalía de género apeló y un juez con formación de género dio lugar a la acusación de la víctima.
"siguiendo lo considerado por la sala IV del Tribunal de Impugnación y en orden a que entiende el proveyente que los elementos de cargo no superarían a los de descargo como para tener por verosímil el hecho... corresponde declarar inadmisible el requerimiento de elevación a juicio por falta de debida fundamentación"...