En las últimas horas el fiscal de Rosario de la Frontera, Oscar López Ibarra, requirió elevar a juicio una causa por una cuantiosa estafa, de la que fueron víctimas dos productores agropecuarios de la provincia de Chaco: Rubén y Cristian Samite. Por el hecho existen cuatro imputados, dos de ellos acusados del delito de estafa, que tiene una expectativa de condena de hasta seis años de prisión.

El hecho en cuestión ocurrió en diciembre del 2021, cuando los imputados, de apellido Scaraffia, lograron que los productores chaqueños les pagaran plata en mano la compra de 130 animales vacunos, entre vacas madres, terneros, toros y novillos. Tras recibir el dinero, los Scaraffia entregaron un DTe (documento con el cual se puede transportar hacienda por las rutas del país). El documento entregado resultó apócrifo y a los pocos kilómetros la carga de dos camiones repletos fue decomisada por el Senasa.

Desde ese momento comenzó un enorme desgaste de los productores por recuperar el dinero, que incluso tuvo un encuentro cara a cara en una estación de servicio, donde los acusados se negaron a devolverles la plata, culpando a los compradores y a dos hacheros santiagueños por el fraude en la documentación.

Los acusados llegarán a juicio oral y público en fecha a confirmar, dijo ayer el abogado Diego Protti, quien a su vez aseguró que la causa tuvo un sinfín de incidentes, pero que finalmente con el peso de las pruebas, que incluyeron audios y filmaciones, se elevó a juicio, evitando que la enorme estafa llegue a la prescripción.

Ayer, consultados los productores de hacienda chaqueños, los mismos agradecieron a través de este medio la celeridad y el compromiso con la verdad de los fiscales de Rosario de la Frontera.

La estafa en dinero fue -en aquel entonces- de casi seis millones de pesos, abonados en efectivo en el campo de los acusados.

La historia

La estafa millonaria la sufrió una empresa agropecuaria de Chaco, cuando el Senasa le decomisó en ruta 81 la carga que habían adquirido en una finca de Rosario de la Frontera. La suma en cuestión supera los cinco millones de pesos, entregada a los vendedores, que usaron un instrumento público falsificado o adulterado para timar a los compradores.

Los denunciantes, Cristian Samite y su padre Rubén, de 77 años, dijeron que jamás pensaron que iban a ser estafados de esa manera y que el vendedor no les respondió ni siquiera el teléfono.

La estafa, sin precedentes en nuestra provincia, se logró mediante un ardid delictivo de alta sofisticación y con mucha impunidad, dijeron los denunciantes aquella vez a El Tribuno.

Estos explicaron que el vendedor de la hacienda, a quien identificaron como Guillermo Scaraffia, les vendió un total de 130 animales vacunos, entre estos 48 vacas, 32 terneros al pie, 1 toro, 3 novillos grandes y 42 terneros/novillos y otros animales, los que acusaron un peso de más de 26.000 kilos de ganado en pie.

"A nosotros el señor Scaraffia nos entregó el DTe, que es el documento absoluto de propiedad de los animales y que a la vez posibilita su tránsito por la rutas argentinas. Este es un instrumento público que no puede ser fraguado o adulterado", señalaron.

Y agregaron: "Lo cierto es que le pagamos una gran suma y él en persona nos entregó los DTe a nombre de nuestra empresa, obviamente ya como propietarios de la carga. Así salieron los camiones a la ruta con esa documentación que supuestamente habilitaba para la travesía a la provincia de Chaco. Ya sobre ruta 34, en el cruce con ruta 81, en el norte de Salta, el Senasa detuvo los camiones (dos en total) y al verificar la documentación que nos entregó resultó que el instrumento público no era de él y había sido burdamente adulterado".

Cara a cara

Cristian Samite dijo anoche que se encontró cara a cara con el timador y dos de sus hijos en una estación de servicio y que le ofreció él un arreglo de caballero, pero que recibió como respuesta un no rotundo. "Ahora nos veremos en los estrados", dijo el chaqueño.