El fútbol de Salta, a través de Gimnasia y Tiro volvió a los primeros planos en el orden nacional. El ascenso del albo a la Primera Nacional se produjo en la temporada pasada cuando se consagró campeón del torneo Federal A, edición 2023 y que despertó mucho interés de los aficionados del medio y del interior.

Aquel logró del club de la Vicente López permitió, nuevamente que en el Gigante del Norte, desde el primer domingo de febrero de la presente temporada, con la visita de Chaco For Ever, se produzca la convocatoria de un mayor número de simpatizantes con los colores celeste y blanco y aquellos amantes del más popular de los deportes para ver un espectáculo comprendido en la segunda categoría del balompié argentino y que no sucedía desde hace más dos décadas.

Ese regocijo de la gente marcó un ante y después, porque se terminaron los comentarios si cuándo otra vez en Salta se podría disfrutar de un partido de fútbol de la magnitud que ofrece una torneo como la Primera Nacional.

De la mano del "Yagui" Rubén Darío Forestello, ratificado en el cargo como entrenador, Gimnasia y Tiro dio continuidad a un proceso que hasta mitad del presente año resultó altamente efectivo.

La incorporación de refuerzos demandó una tarea de mucho acierto de la faz dirigencial. Mientras, Forestello, como el sistema de juego que utilizó en el Federal A (2023) otorgó buenos réditos, con algunos retoques lo puso otra vez en práctica para los compromisos de la actual competencia. Dispuso en la cancha de una columna vertebral que venían entendieron de memoria cada movimiento, de tal forma que en los primeros partidos, dos triunfos de local y uno empate de visitante, en la cosecha de los puntos fue lo ideal.

Pero, Gimnasia y Tiro cargó con las exigencias de un campeonato durísimo. Los viajes de por medio, más las lesiones y sanciones se hicieron sentir, aquel equipo de buenas producciones del inicio del torneo sufrió los desbarajustes propios y de estar entre los 8 primeros, la última derrota contra Defensores de Belgrano en Buenos Aires, lo ubicó en el décimo lugar de la tabla de posiciones de la zona B y lo dejó afuera de la zona de clasificación.

Llegó el descanso de una fecha y se conoció que de puertas para adentro en el club millonario entre las charlas que mantuvieron Rubén Forestello y la dirigencia hubo un expreso pedido de contratar como refuerzos a un volante central y un delantero.

Lo que más hace falta en el grupo que comanda el Yagui Forestello, es otro hombre de área, puesto de que las lesiones (Tomás Attis y Lautaro Gordillo) repercutieron de una forma que obligó a recurrir variantes que no respondieron, que no estuvieron a la altura que demandó las últimas presentaciones.

Sirve un repaso de aquellas falencias que son exclusiva por el ritmo vertiginoso que impone un campeonato y que obligan a tomar decisiones de conformar un plantel que mantenga en lo alto el autoestima. Que se valore un esfuerzo mancomunado en el trabajo colectivo e individual.

  A la espera de la reanudación del campeonato, en una segunda parte que demandará rendir de acuerdo a las circunstancias, el desafío del albo es al por mayor. El reto está vigente y requiere del acompañamiento de la gente, nutrir con un respaldo masivo a este grupo de jugadores para sustentar el protagonismo.