No hay peor gestión que la que no se hace. En Central Norte, los dirigentes, se aferran a la ilusión de tener la venia de la Policía y poder jugar el Supeclásico salteño frente a Juventud Antoniana, el domingo en el estadio Martearena, en horario a confirmar, con la presencia ambas parcialidades, en la decimoquinta fecha del Federa A.

Las autoridades del cuervo, como club organizador, se reunieron con la cúpula policial, solicitando autorización para recibir público visitante. La misma se desarrolló en muy buenos términos y predisposición entre ambas partes, pero todo quedó entre un signo de interrogación porque no se tomó ninguna determinación.

Los mandatario del club de barrio norte propusieron realizar un esfuerzo mancomunado y de esa manera, dos de las instituciones más convocantes e importantes de la provincia puedan contar con ambas parcialidades en el clásico salteño.

En la reunión también se hizo hincapié en continuar trabajando para restablecer, en forma paulatina, la posibilidad que el folklore del fútbol vuelva a decir presente en un espectáculo de esta envergadura.

Está claro que no será una tarea fácil, pero tampoco imposible o una utopía pesar en jugar con ambas hincadas, pese a que la violencia se hace eco en diferentes escenarios del país, sin discriminar la categoría.

Claro, también en cierto que esta problemática social debería terminar alguna vez, principalmente porque esos violentos "pseudo hinchas" no solo le provocan un enorme daño a los clubes, también destruyen a uno de los deportes más pasionales y populares del mundo.

En lo que se refiere a seguridad, la Policía, una vez más abierta al diálogo, demostró en los últimos operativos en eventos deportivos de masiva concurrencia, que están en condiciones de resguardar la integridad de los espectadores.

Un claro y reciente ejemplo fue cuando Gimnasia y Tiro enfrentó al lobo jujeño, en el Gigante del Norte, y se jugó con parcialidad visitante. Los encargados de custodiar un encuentro considerado de alto riesgo, estuvieron a la altura de las exigencias y no se suscitaron incidentes de gravedad.

Por ahora, se trata solo de un anhelo de los dirigentes azabaches, ya que el organismo de seguridad tiene la última palabra.

Las autoridades de Central Norte, aguardan expectantes una respuesta de la Policía, con la posibilidad de volver a reunirse con los máximos funcionarios encargados de la seguridad.