La sanción de la Ley Bases y de la reforma fiscal, que volvieron a Diputados en revisión podría ser definitiva el jueves. El martes habrá plenario de comisiones y es probable que la Cámara baja insista con el proyecto que aprobó semanas atrás. No se descarta alguna modificación, pero cualquier decisión que se tome será ley por mayoría simple.

Y será la primera ley sancionada desde que asumió quien, probablemente, sea el presidente más controvertido en muchas décadas, con un proyecto y un discurso que contradicen todo lo considerado hasta hace poco "políticamente correcto", devaluado ahora junto con el prestigio de dos generaciones de dirigentes que se sucedieron en el poder desde 1999.

Javier Milei, que sigue confiando en la gestión a distancia, definió en Europa a estos dos proyectos como una revolución comparable a la que desarrolló Carlos Menem en los '90, pero mucho más profunda y ambiciosa.

Puestos a comparar, existen otras diferencias. Menem representó como pocos a la quintaesencia del político pragmático, que encolumnó a fuerza de muñeca al grueso del justicialismo. Incluso, a los ahora senadores como José Mayans y Oscar Parrilli que cuestionan enfáticamente y sin ponerse colorados al "neoliberalismo".

Milei, en cambio, ha logrado el apoyo de una ciudadanía hastiada que sigue depositando su confianza en él, a pesar de que la dureza del ajuste se hace sentir en todos los estamentos.

De gira por España, Alemania y la República Checa cosechó elogios en ámbitos académicos autodefinidos como ultraliberales, pero que en estos días coquetean con la derecha europea, constructora de la "democracia iliberal".

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, del Partido Popular le entregó una medalla (cuestionada por los socialistas) con palabras en las que no ahorró elogios. También fue galardonado por el Instituto Juan de Mariana, un centro intelectual que reivindica las ideas del jesuita español de perfil "anticasta", que en el siglo 16 defendía la propiedad privada y los límites claros y estrictos del poder político.

Pero la dureza de las acusaciones de corrupción al presidente Pedro Sánchez, a su mujer y, ahora a su hermano, cerraron la posibilidad de un encuentro con el rey Felipe IV.

De todos modos, el presidente fue Trending Topic de X en España por la conflictiva visita.

En Hamburgo el presidente de la Sociedad Hayek, Stefan Kooths, también le entregó un reconocimiento a "la defensa valiente de la autodeterminación individual y el libre mercado" y comparó a Milei con Ronald Reagan y Margaret Thatcher. Tanto en Hamburgo como en Madrid, hubo marchas de repudio, que calificaban a Milei y a sus amigos como "fascistas".

A su retorno, Milei podrá seguir de cerca los últimos tramos de los proyectos debatidos y reformados durante un semestre. También deberá tomar decisiones que no se resuelven tan fácilmente como su descripción ante al auditorio español, del despido del exjefe de Gabinete Nicolás Posse a quien señaló como su amigo durante 18 años, pero que "no alcanzó los objetivos, entonces ífuera!".

De vuelta a la realidad

De la euforia libertaria, Milei tiene que bajar a la realidad argentina. El ministro Luis Caputo, quien ayer descartó la posibilidad de una devaluación y una salida compulsiva del cepo cambiario, debe lidiar con una deuda pública de US$ 435.674 millones, un aumento del 17,5% en el año. El incremento, explican, se debe a que el Tesoro absorbió deuda del BCRA para desactivar la "bomba de Leliq".

El gran objetivo alcanzado, hasta ahora, fue congelar la expectativa inflacionaria. El equilibrio fiscal es aún una meta, pero no alcanza para generar confianza en los mercados. Los festejos con Elon Musk y en Silicon Valley son provisoriamente, marketing.

Más allá de la profesión de fe liberal, nadie cree que lograr un equilibrio fiscal con caída de la producción y de la recaudación sea otra cosa que un golpe a la calidad de vida de la sociedad. El ajuste necesita fecha de finalización lo más rápido posible. Esto se producirá cuando haya reactivación de la actividad económica. No está pasando, y queda la sensación de que una de las razones es el cepo, que si es remedio para la inflación tiene contraindicaciones para la actividad. El índice de producción industrial manufacturero acumuló en el primer trimestre una disminución interanual de 14,8%. La caída de la construcción fue del 30,3% en el mismo período. La utilización de la capacidad instalada se ubicó en 53,4% en marzo.

El mejor proyecto económico, socialista o libertario, no se puede manejar a distancia sino con el trabajo día a día, sector por sector, de la compleja realidad que significan un país, un estado y una sociedad.