La ciudad de Nuestra Señora de Talavera – Esteco I, fundada en 1566 y trasladada en 1609, sigue siendo un patrimonio arqueológico, histórico y cultural fundamental para los salteños. Investigaciones recientes han arrojado luz sobre este antiguo asentamiento, destacando su legado y su impacto en la región. El escritor e historiador Juan Carlos Valdiviezo recolectó imágenes y testimonios para ser presentados en un documental para dar a conocer esta ciudad perdida.

Aunque nunca fue oficialmente nombrada como Esteco, desde su fundación en 1566 por soldados rebeldes contra el Gobernador Francisco de Aguirre, la ciudad ha sido conocida con varios nombres. Inicialmente llamada Cáceres, fue rebautizada como Nuestra Señora de Talavera por Diego Pacheco en 1567 y, posteriormente, trasladada y renombrada Nuestra Señora de Talavera de Madrid en 1609 por Alonso de Ribera. Sin embargo, la denominación Esteco, de origen indígena, prevaleció en muchos documentos históricos, señalando el lugar donde se asentó la ciudad.

El escritor y ciudadano ilustre de El Quebrachal informó a El Tribuno que este audiovisual servirá para presentar a Esteco a todos aquellos que no conocen este lugar, tan importante para nuestra historia. “El objetivo es preservar este patrimonio arqueológico porque está olvidado en el monte”, destacó Valdiviezo. Si bien el Concejo Deliberante de El Quebrachal  lo declaró patrimonio arqueológico e histórico aún no se encuentra plenamente preservado.

“Tenemos la mayoría de testimonios e imágenes, solo queda la etapa de posproducción, eso nos llevará un par de semanas, quizás con mucho esfuerzo saldrá en agosto”, explicó Christian Bicecci a El Tribuno. El documental ya cuenta con un adelanto en YouTube, por esta plataforma se lanzará el audiovisual para ser presentado a todo el mundo.

Ubicación geográfica de Esteco I

Según investigaciones de la Dra. María Marschoff, Lic. Julia Simioli y Lic. Carola Castiñeira, el sitio arqueológico de Esteco I se encuentra a aproximadamente 4 kilómetros del Paraje El Vencido,Departamento de Anta. En este lugar, se han documentado vestigios que corresponderían a la antigua ciudad de Nuestra Señora de Talavera – Esteco I.

Después de 43 años, en 1609, la ciudad fue trasladada a lo que hoy es Río Piedras, con el nuevo nombre de Nuestra Señora de Talavera de Madrid. Este traslado se debió al abandono por parte de sus habitantes, cambios geomorfológicos que afectaron el cauce del río Salado – Pasaje, la aparición de salitre que deterioró las construcciones de adobe, y cambios en las vías de circulación y la población indígena. A medida que Esteco I fue abandonada, la información sobre ella comenzó a escasear, convirtiéndose en un mito tras el terremoto de 1692 que destruyó la región.

La búsqueda de las ruinas de Esteco I fue liderada por el Lic. Alfredo Tomasini y el Dr. Ricardo Alonso entre 1996 y 1999, quienes localizaron restos de varias reducciones y fuertes construidos entre los siglos XVI y XVIII a lo largo del río Pasaje – Salado. Al final de su recorrido, llegaron a El Vencido, en el Departamento de Anta, donde encontraron indicios de la antigua ciudad.

Exploración y estudios realizados

Las investigadoras mencionan que, aunque los habitantes de la región conocían la ubicación de Nuestra Señora de Talavera, los primeros estudios arqueológicos sistemáticos no se realizaron hasta 1999. El denso monte chaqueño ha dificultado el acceso y la visibilidad de los restos, pero las investigaciones han permitido una arqueoestratigrafía preliminar para guiar futuros estudios. Se realizaron excavaciones y se recolectaron fragmentos de tejas, ladrillos y loza.

Impacto y legado

“Esteco, la primigenia ciudad antes de la fundación de Salta, fue un importante centro que conectaba Perú con el Puerto de Buenos Aires”, detalló el historiador y escritor Juan Carlos Valdiviezo. Su trazado aún es visible y su legado continúa siendo objeto de estudio arqueológico, histórico, social y cultural. Este patrimonio cultural, celosamente guardado por la naturaleza, necesita ser redescubierto para enseñar sobre los orígenes de nuestra identidad actual.