La Sala Cuarta de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial hizo lugar a un recurso de apelación, revocó una sentencia de primera instancia y dispuso el desalojo, en el término de diez días, de las ocupantes de una vivienda ubicada en la capital salteña.

La vivienda era propiedad de un hombre que inició la demanda de desalojo invocando la existencia de un préstamo verbal realizado entre hermanos tras el fallecimiento de la madre ocurrido en 2017.

En primera instancia el pedido del hombre había sido rechazado pero las juezas Guadalupe Valdés Ortiz y María Isabel Romero Lorenzo consideraron que la hermana que ocupaba el inmueble no acreditó "ningún hecho relevante que permita al tribunal desatender el derecho de propiedad del actor en obtener la restitución del bien".

La hermana inició en otro juzgado una causa por simulación. Esta causa, dijeron las juezas, "no constituye prueba idónea alguna sobre la verosimilitud de un supuesto derecho posesorio de la accionada con entidad suficiente para frenar el desalojo de quien sí ha acreditado ser el propietario del inmueble."

"Es natural que se produzcan situaciones de hecho o de informalidad, propias de la confianza familiar", añadieron las juezas señalando que "no resulta ajeno a ese contexto que el actor haya prestado el inmueble a su madre, enviado el dinero para el pago de las cuotas y luego, prestado nuevamente el bien a su hermana."

"No puede aceptarse que la denegatoria del desalojo funcione como una suerte de cautelar innovativa de aquella otra acción de simulación paralizada", añadieron.

Al revocar la sentencia se dispuso hacer lugar a la demanda de desalojo ordenando que en el término de diez días de su notificación entreguen el inmueble al hombre.

.