Este invierno no solo transcurre con incertidumbre en el abastecimiento de gas, sobre todo para pymes e industrias de Salta y provincias vecinas del NOA, que siguen expuestas a restricciones como las que se hicieron sentir a fines de mayo y en la segunda semana de julio en las estaciones de carga de GNC, sino que las boletas del servicio vienen cada vez más recargadas para usuarios de todas las categorías y segmentos tarifarios.

Los pesados importes de las boletas, que sacuden las golpeadas economías domésticas y tienen contra la pared a pequeños negocios, panaderías, casas de comida, empresas de servicios, fábricas, establecimientos agropecuarios y plantas industriales no solo reflejan los fuertes incrementos que acumularon las tarifas en abril y junio último, sino también los exponenciales aumentos de consumo que empezaron a disparar los días más frios del año por las necesidades de calefacción. 

Sabido es que desde mayo los consumos de gas tienden a ascender gradualmente hasta alcanzan en los meses invernales picos que son entre cuatro, cinco y hasta seis veces más elevados que los del resto del año. En un nuevo reporte, que acaba de publicar considerando a la par de las actualizaciones tarifarias de abril y junio el consumo estacional del mes pasado, el Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) remarcó que la factura del gas es hoy, en promedio, un 1.208% más cara que en diciembre de 2023. 

El citado centro de investigación de la Universidad de Buenos Aires y el Conicet, que actualiza mes a mes las tarifas en todo el país, precisó que con todos los aumentos cargados hasta junio la factura promedio del país ascendió a $49.551 para los hogares N1 (mayores ingresos), $35.308 para los N2 (ingresos bajos) y $39.488 para los N3 (ingresos medios). Cada aclarar que para el análisis comparativo especialistas del Observatorio toman las tarifas vigentes para usuarios R2-2, con un consumo promedio,  incluidos impuestos y la estacionalidad, sin descuentos.

Según el reporte del IIEP, en Salta las facturas de Gasnor en esa categoría, que agrupa a hogares que tienen un consumo anual de entre 801 a 900 metros cúbicos promedian en $25.072 para el segmento tarifario de hogares N1, $18.740 para el N2 y $19.630 para el N3.

Los usuarios de Camuzzi en Tierra de Fuego tienen las facturas promedio más elevadas del país, con $148.324 para hogares N1, $96.514 para los N2 y $120.157 para los N3.

Para usuarios de la misma distribuidora en el sur de la provincia de Buenos Aires las facturas promedian en $72.355 (N1), $49.501 (N2) y $56.151 (N3).

Usuarios de Gasnor en Tucumán pagan las facturas promedio más bajas del país, con $22.908 (N1), $19.038 (N2) y $19.583 (N3).

Un análisis transversal de las facturas promedio muestra que el segmento N 1 paga hoy una factura 40% superior al segmento N2 y 25% mayor al segmento N 3. La diferencia era mucho más amplia hasta junio, pero se redujo respecto a los cuadros tarifarios aprobados en abril debido al mayor peso que tiene ahora el cargo fijo en las boletas que pagan los hogares de ingresos medios y bajos.

Analistas del sector pronosticaron un panorama aún más adverso en lo que resta del invierno, por la combinación del retiro gradual de subsidos, que se traduciría en un incremento del precio del gas, y el mayor consumo por temperaturas por debajo de lo normal.

Cuenta regresiva

El 20% de los hogares de bajos recursos (N2) tienen hasta el próximo 2 de agosto para reconfirmar su pertenencia a esta categoría socioeconómica en el Registro de Acceso a los Subsidios Energéticos (RASE) y mantener los subsidios tanto del gas como de la luz. De no cumplir con el trámite de reempadronamiento, pasarán a abonar entre un 176% y 257% más las boletas de servicios que pagan actualmente.

Hasta la publicacion del decreto nacional 465/2024, el pasado 28 de mayo, estos hogares estaban incluidos de manera directa en el grupo de bajos recursos. El texto eliminó los topes a los aumentos que favorecían a usuarios residenciales N2 y N3 y habilitó de esa manera el traslado gradual de los precios mayoristas a hogares de esos segmentos tarifarios.

Además de establecer como fecha límite el 2 de agosto para realizar el registro y no perder los subsidios, en el decreto se aprobaron nuevos cuadros tarifarios que reflejaron un aumento de hasta un 170% las tarifas de luz y gas para los hogares de bajos ingresos y de sectores medios.