El homicidio de Adrián Pérez estaría completamente esclarecido, aunque no trascendieron los detalles de cómo se urdió el plan y a qué hora y día se consumó el mismo.

El fiscal penal, Gonzalo Vega, de todas maneras imputó a tres hombres de 32, 39 y 56 años que fueron detenidos días después del hallazgo como coautores del delito de homicidio criminis causae.

Para el fiscal la principal hipótesis apunta a que el crimen se dio para ocultar otro hecho delictivo, es decir el robo de la recaudación que la víctima supuestamente atesoraba en su vehículo.

Adrián Pérez de 38 años había dejado de comunicarse con su familia el domingo 30 de junio, en horas de la tarde y su cuerpo calcinado fue hallado el día martes 2 de julio en a caja de su propia camioneta, abandonada y quemada en un basural de General Mosconi.

La víctima residía en Cerrillos y viajaba por al norte provincial con mucha frecuencia. Su actividad de cobrador de diversos bingos era conocida por un grupo pequeño de personas, entre ellas algunos de los detenidos afirmó una fuente.

De las tareas investigativas y de los decires de testigos y sobre todo del análisis de cámaras de seguridad y de comunicaciones permitieron identificar a los detenidos y ser acusados como sospechosos de haber herido mortalmente a la víctima con un arma blanca.

Lo que no trascendió aún es si a los mismos les fue secuestrada la abultada suma de dinero que supuestamente la víctima llevaba consigo.

Fuentes del norte de la provincia informaron ayer a El Tribuno que el caso del brutal homicidio que se produjo supuestamente la tarde del domingo 30 estaría casi esclarecido.

Según la fuente informativa consultada, el homicidio se habría producido en el predio del Club Círculo Argentino, en la salida norte de Tartagal.

Allí en una vivienda precaria reside un hombre que oficiaba de casero de apellido Castillo.

Este y otras personas habrían atacado a Pérez con fines de robarle unos 10 millones de pesos que había cobrado de los bingos que el suegro del occiso organiza en toda la provincia.

Lo muerte se produjo por una sola herida de arma blanca que le atravesó el tórax, dañando uno de los pulmones.

Luego del crimen, supuestamente pergeñaron un plan para deshacerse del cuerpo.

La fuente asegura que ya se logró probar que los acusados fueron a buscar combustibles y quedaron registrados en las cámaras de seguridad cuando compraban un bidón de nafta y siguieron rumbo al sur de General Mosconi, donde finalmente incineraron el cuerpo, que ya habían descartado en el basural horas antes quizá.

Trascendió que en los allanamiento realizados en el predio del Círculo Argentino la policía encontró varios sobres de papel madera con el dinero recaudado que los delincuentes le sustrajeron a la víctima, aunque no se sabe si era el monto total.

Se cree que tras robarlo y asesinarlo colocaron el cuerpo en la caja de la camioneta y lo taparon con una lona para llevarlo hacia la zona del aeropuerto de Mosconi, e incinerar tanto la camioneta como el cuerpo.

Cambiar la historia de los hechos

Los asesinos al parecer tuvieron horas pergeñando un plan para enturbiar la posible investigación y de esa manera lograr impunidad.

Sin embargo y pese a que usaron un acelerante (combustible) parte del cuerpo, en especial de la zona de la espalda de la víctima, no alcanzó a quemarse y de ahí se tomaron las muestras para su identificación, estudios de ADN de por medio. Los criminales especularon que si lo quemaban totalmente, todos iba a abonar la teoría de una venganza narco.