Era un día común y corriente, Claudio fue a correr a la Universidad Católica de Salta y mientras subía una escalera sintió que se caía. Buscó tranquilizarse y al llegar a casa empezó a ver doble, pensó que era estrés pero al día siguiente los dolores de cabeza no lo dejaban en paz. Fue al médico y después de semanas sin tener un diagnóstico certero, en una resonancia le detectaron líquido en el cerebro.

En los hospitales de la provincia no le daban esperanza de vida, viajó durante meses a Tucumán y Buenos Aires, donde dieron con un tumor germinal en el tronco cerebral del cuerpo y aunque aún no logran dar con el origen o la causa que provocó el tumor en Claudio, él pasa sus días en silla de ruedas y todos los días hace un esfuerzo para caminar y sobrellevar su discapacidad motriz.

"Mi vida dio un giro de 180 grados. Estudiaba Contabilidad en la UNSA y también era DJ, tenía muchos sueños y todo se fue para abajo, pero a pesar de eso todos los días busco superarme", contó el joven de 27 años a El Tribuno.

Los primeros meses luego de aquel diagnóstico, los días para Claudio fueron difíciles: "me dolían mucho las piernas, no podía estar ni cinco minutos en la silla de ruedas y solo quería estar en cama", agregó.

Pasó el tiempo y con el apoyo de su familia y seres queridos él busca su mejoría practicando todos los días en casa haciendo ejercicio y yendo a la pileta. Los médicos le dieron una esperanza cuando le comunicaron que podría recuperar el 90% de su movilidad. "no hay una cura exacta para lo que padezco, pero sé que recuperar mi movilidad depende de las ganas que le ponga todos los días y agradezco porque los médicos nos dijeron que muchos no pueden volver a caminar. No hay que rendirse, hay que buscar la fuerza, la fortaleza en uno mismo y seguir adelante", expresó Claudio.

Quiere viajar en una casa rodante y vender empanadas con su papá

Junto a su padre Luis van en busca de un anhelo: quieren comprar una casa rodante para viajar por toda la Argentina vendiendo las ricas empanadas que elabora su papa. "Él era cocinero y las empanadas le salen riquísimas, yo no sé hacer ni una salsa", dijo entre risas.

Sigue capacitándose y sueña con poder recibirse 

Mientras se recupera y ejercita diariamente, Claudio sigue estudiando y está estudiando para Despachante de Aduana y Agente de Transporte Aduanero. En el estudio aduanero "Arbrok", le dieron la posibilidad de recibir comisiones convocando estudiantes que quieren hacer los más de trece cursos que allí se dictan.

Pero además de eso, el joven no baja los brazos y quiere retomar los estudios en la UNSA en la carrera de Contabilidad. "Capacitarse es lo mejor que uno puede hacer porque no se queda atrás y constantemente está actualizándose. Los cursos que estoy haciendo me gustan mucho porque me interesa bastante el comercio internacional, las importaciones y exportaciones y el tema de los impuestos me parece bastante interesante", detalló. 

Quienes deseen colaborar con Claudio, lo pueden hacer comunicándose a través del celular  3875 880 112: "todo suma, desde lo que se pueda aportar para el sueño de la casa rodante o si quieren tomar algún curso me ayudan mucho también". 

Para finalizar, el joven habló del rol importante que tuvo su familia en esta difícil etapa: "mi mamá y mi papá siempre fueron incondicionales, sin ellos yo la verdad creo que no estaría acá,  gracias a ellos tengo una vida, tengo una segunda oportunidad, me pudieron operar y todo gracias a que ellos tampoco bajaron los brazos", expresó conmovido.

Además, dejó un mensaje de aliento para todos aquellos que estén atravesando una situación difícil de salud o a nivel personal: "por más que hayan dificultades nunca se rindan, nunca bajen los brazos. Hay días que son bajones, que querés tirar todo, llorar y está bien, pero al otro día vuelvan a retomar y sigan superándose", finalizó.