El 20 de marzo del 2020 la sirena de El Tribuno sonó y marcó otro momento histórico para Salta y la Argentina, al indicar la entrada en vigencia del "aislamiento social, preventivo y obligatorio", para evitar la propagación del coronavirus. Se trató de una acción que se realiza cada vez que ocurre un suceso de gran impacto a nivel internacional, nacional y provincial.

La sirena se encuentra instalada frente a la plaza 9 de Julio, más precisamente en Zuviría 20. Al resonar aquella medianoche generó un momento de zozobra en los salteños. Ese sonido casi ensordecedor anticipaba lo que vendría. La primera intención fue generar alerta y conciencia del delicado tiempo social y sanitario que se vivía a nivel mundial. Es que la pandemia de COVID-19 dejó en Argentina más de 130 mil muertos y millones de contagiados.

Los recuerdos de los salteños que estuvieron cerca del lugar o escucharon la sirena desde sus hogares, reflejan que verdaderamente se trata de un símbolo de acontecimientos importantes. Particularmente contaron que al escucharla sintieron que se emitió un "alerta importante" y reflexionaron sobre el difícil momento que se vivía con la perdida de muchas vidas.

El recuerdo

Aldo Durán, quién desde hace 36 años trabaja como lustrabotas en el centro capitalino, contó que al momento de sonar la sirena, se encontraba en una de las esquinas de la plaza 9 de Julio, en donde el panorama era desolador y al escucharla sintió mucho miedo. "Al escuchar la sirena se me vino a la mente que se venía un terremoto o alguna guerra", sostuvo.

Además recordó que al ser salteño sabe que la misma suele sonar cuando salen e ingresan las sagradas imágenes del Señor y la Virgen del Milagro, el 15 de septiembre de cada año o cuando se nombra a un Papa. Asimismo resaltó que toda su vida siguió a El Tribuno y durante la pandemia la cobertura que se hizo fue bastante amplia y pudo mantenerse informado, siendo un hecho que le tocó de cerca, al fallecer varios de sus clientes.

"Por mi parte me encomendé a Dios y a la Virgen para que no pase nada conmigo ni con mi familia", afirmó.

Asimismo, dijo que la pandemia vivida fue un momento crucial para todos, en donde la gente estuvo muy asustada y mal, al no poder ver a sus familiares que estaban enfermos y algunos no pudieron enterrar ni tampoco despedir a sus seres queridos que murieron.

En tanto, Alejandra Leal recordó que el día que sonó la sirena lloró mucho y sentada en la curia de la Catedral, comenzó a rezar por toda la gente que debía afrontar la pandemia y salir a trabajar por ser parte de los servicios esenciales, tales como policías, enfermeras, médicos, periodistas, entre otros. "Lloré del miedo y le pedía a Dios protección", expresó.

Más testimonios

Juan Simón, vecino de la zona del micro centro, comentó que al momento de sonar la sirena estaba en su casa, ya que se había anunciado que no se podía salir y la sirena le causo la sensación de alarma. Ya que es un símbolo al que los salteños se acostumbraron cada vez que es el tiempo del Milagro y cuando pasa algo sobresaliente. Además contó que al ver la calle totalmente deshabitada, Salta parecía una ciudad "fantasma". Asimismo dijo que lo más triste fue ver algunos conocidos ingresar al Hospital San Bernardo caminando y luego ver que salían en una "bolsa negra", lamentablemente eso fue la pandemia. En donde los familiares no podían ni siquiera velar a sus parientes.

Sin embargo, remarcó que la sirena del Tribuno, también le permite pensar en el tiempo de fe por la celebración en honor al Señor y a la Virgen del Milagro. "Es parte de la historia de Salta", finalizó.

Luego destaco el rol fundamental que cumplió El Tribuno y recordó que la tradicional sirena ha marcado muchos momentos históricos, en este caso también marcando el inicio del aislamiento. Son muchos los testimonios que se entrecruzan sobre el día que sonó la sirena de El Tribuno.