Algunos estiman que son cerca de 10 mil los peregrinos de Cachi que llegaron a los pies del Señor y la Virgen del Milagro, santos patronos de Salta. Un recorrido envuelto en peticiones, anhelos y agradecimiento, una fe que logra trascender la distancia. Cada persona trae en su corazón un testimonio de fe y este viernes algunos decidieron comentárselo a El Tribuno.

Más de 150 km a pie fue el trayecto trazado para estos fieles cuyos últimos metros se viven con regocijo. Entre aplausos y cánticos los recibieron en las calles de la plaza 9 de Julio. El padre Juan Pablo viajó desde Buenos Aires hasta Cachi para partir junto a los cacheños: "El corazón lo tengo que explota, realmente mucho gozo y darle gracias al Señor porque me siento reanimado y reconfortado por toda la fe de tantos hermanos que han venido caminando", afirmó y quedó "sin palabras" al ver la fe de los salteños.

Para muchos el describir lo que sintieron en esos momentos, al cumplir con su propósito, fue imposible "no existen palabras para describirlo", afirmó una peregrina.

Ulises, un joven cerrillano de 26 años fue impulsado por su amigo a peregrinar este año y tuvo el importante rol de llevar en sus hombros a la Virgen del Milagro. Para él esto fue "una experiencia que todos deberían vivir". En su caso acudió a los pies de la Catedral para tener salud y trabajo.

Lo impresionante de la fe peregrina es la motivación que parece no tener fin, cantan y dejan todo en el camino. "Lo más emocionante es la gente, que viene con frío o dolor cantan como sea, no se desaniman", afirmó Isabel Casimiro, una peregrina bombista con 8 años peregrinando.

Teresa, una capitalina que hace 13 años peregrina, le trajo a los Santos Patronos un pedido muy emotivo. La mujer de 50 años cargaba en su pecho la imagen de Loan, el pequeño desaparecido hace 3 meses en Corrientes. "Pido que Loan y todos los niños desaparecidos aparezca, es como si fuera un hijo, me duele el alma", comentó.

Alberto emocionado hasta las lagrimas llegó desde Cachi para agradecer por la vida de sus hijas, al nacer tuvieron graves problemas de salud: "Tengo que agradecer al Señor y a la Virgen del Milagro que mis hijas están", dijo mientras se desbordaba.