Durante la misa estacional en la Catedral de Salta, en un emotivo pasaje, el Arzobispo de Buenos Aires, José García Cuerva, interrumpió brevemente su homilía para invitar a Damiana Luzco, una peregrina de casi 80 años, a subir al altar y compartir su testimonio. Damiana, quien recorrió el camino desde San Antonio de los Cobres hasta la Catedral durante los últimos 24 años, fue presentada por el arzobispo como ejemplo de fe y devoción. La mujer que acompañó al arzobispo en el peregrinaje desde la Puna hacia Salta capital , captó la atención de los cientos de presentes en la plaza 9 de Julio.

"Ella es el testimonio de la fe salteña y la sabiduría de nuestro pueblo sencillo del que hay que aprender", señaló García Cuerva al dar la palabra a la anciana peregrina, quien lo había recibido en San Antonio de los Cobres al iniciar su peregrinación.

Con la voz cargada de emoción y gratitud, Damiana expresó: "En este momento quiero agradecer, esa es mi único pensamiento. Demos gracias a nuestros hermanos que dejaron sus recuerdos como peregrinos, fue una semillita que creció y creció, gracias a ellos hasta hoy estoy presente".

La presencia de Damiana en el altar subrayó la importancia de la fe compartida por miles de peregrinos que recorren año tras año los caminos hacia la Catedral. "Gente que peregrina desde distintos parajes, distintas provincias, no me queda nada más que agradecer", continuó la mujer.

A pesar de su avanzada edad, Damiana sigue siendo un pilar de la peregrinación desde San Antonio de los Cobres, inspirando a generaciones más jóvenes con su ejemplo. "Estoy cerca de los 80 años y algunas cosas ya me olvido, pero tengo el aliento para ponerme al frente de miles de hermanos peregrinos", concluyó.

.