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El arzobispo pidió que los dirigentes asuman las responsabilidades que les encomendaron y sean auto críticos. Luego instó a focalizar los esfuerzos en lucha contra la droga, la violencia, la pobreza y la pérdida de la calidad educativa.
15 DE Septiembre 2024 - 17:55
Al dirigir su mensaje durante el pacto de fidelidad, el arzobispo de Salta, Monseñor Mario Antonio Cargnello dijo que hay una profunda crisis moral que atraviesa nuestra historia y sobre todo golpea a los más necesitados. Luego resaltó que Jesús no es un “sectario”, está libre de prejuicios sociales y su disposición y entrega por cada uno de nosotros es el manantial de su autoridad. Asimismo remarcó que el pacto de fidelidad es ser interpelados en lo profundo de nuestro ser. “Elegir el bien nos hace más humanos, elegir el mal nos hace menos humanos, somos libre en la medida que hacemos el bien y el mal nos esclaviza”, expresó.
También resaltó que el camino de la libertad cristiana es superar el pecado, el vicio es nuestra lucha en esa lucha Cristo es nuestro maestro. Para vivir tal libertad en este mundo, debemos vivir en sociedad, ya que la vida social es algo “ineludible” en donde la persona alcanza su plena realización.
Luego remarcó que la convivencia civil y política adquiere todo su significado si está basada en la amistad y en la fraternidad, ya que se construye por el desinterés, el desapego a los bienes materiales y la intención interior de ayudar al otro. En esa línea Cargnello dijo que las “justas” relaciones sean entre patrones y empleados, entre gobernantes y ciudadanos, entre ricos y pobres, suponen querer el bien del otro, como corresponde a la dignidad de personas humanas, deseosas de justicia y fraternidad.
Asimismo instó a servir para calmar el clima de “enfrentamiento” que duele y traba la marcha hacia un futuro mejor. Asimismo pidió apostar a construir relaciones sanas y respetuosas que permitan un dialogo constructivo, sin ideologías reductivas. “Debemos mirar al otro sin negar nuestras responsabilidades por los mandatos que nos han encomendado, con autocrítica, con magnanimidad para reconocer los aciertos del opositor, con paciencia y capacidad de mirar a largo plazo”, expresó.
Ya que todos los argentinos tenemos derecho a una vida mejor y por eso los dirigentes deben rendir cuentas sobre sus mandatos, que no duran para siempre. El arzobispo de Salta también pidió remarcó que la situación actual es muy difícil y golpea a los más pobre por eso pidió a quiénes están en el poder que no sobrecarguen a los ciudadanos con sus “inmadureces” y peleas. “Creamos que es posible cultivar amistad también en el ámbito de la política. Es necesario focalizar los esfuerzos en luchar contra la droga, la violencia, la pobreza, la cultura de la muerte y la pérdida de la calidad educativa”, resaltó.
Además, dijo que hoy asistimos a situaciones de violencia verbal y física que exigen detener su escalada y a su vez remarcó que la droga deshumaniza al que la consume, quita la paz en los hogares y atenta contra la unidad de las familias. Por eso los estados deben hacer lo posible por detener tal “tsunami destructor”.
Luego Cargnello remarcó que al estado le corresponde luchar contra la inequidad social y cada ciudadano debe aportar lo suyo, ya que si no crecemos todos juntos nunca seremos una nación “digna”.
En su mensaje el arzobispo de Salta indicó que las últimas estadísticas hablan de la disminución de la calidad educativa. Por eso dijo que es necesario renovar las escuelas y la visión de los estudiantes. “Cuantas más posibilidades tecnológicas tenga un alumno más acompañamiento necesita de sus docentes”, sostuvo.
Respecto a la cultura de la muerte, la ley del aborto y el intento de la ley de la eutanasia, remarcó del daño que esto produce en las personas. “Debemos lograr la victoria sobre la muerte, el cristiano está llamado a dedicarse a su responsabilidad y no descuidar los deberes de ciudadanos de este mundo”, dijo.
En ese sentido explicó que si asumimos seriamente esta tarea podremos ofrecer más “esperanza”. Luego resaltó la tarea que llevan adelante tantos voluntarios que sirven sin esperar nada a cambio nos demuestra que dios está presente. Por eso tenemos que comprometernos en un camino de crecimiento cristiano, lo que significa comprometernos a vivir con la enseñanza de María. “En esta sociedad que sufre la corrupción y la falta de compromiso, crezcamos en honradez. Sin odio ni venganza, hay que ser agradecidos”, manifestó.
Luego remarcó que en esta hora en la que vemos crecer la pobreza procuremos ser solidarios, no hagamos ostentación “provocando más dolor” sobre los que menos tienen.
“El testimonio de nuestros peregrinos y la calidad de quienes lo reciben es el Milagro y es el testimonio más elocuente del poder más transformador de la fe”, finalizó Mario Antonio Cargnello.