Acceso web El Tribuno:
www.eltribuno.com
Contacto:
Editor: Pablo Juarez
E-mail: pjuarez@eltribuno.com.ar
Teléfono: +54 387 4246200
Por cualquier consulta administrativa o referida al sitio, puede escribirnos a: contactoweb@eltribuno.com.ar
Director: Sergio Romero
Telefono: +54 0810 888 2582
Razón Social: Horizontes On Line SA.
Registro de propiedad intelectual: 69686832Domicilio: Av. Ex. Combatientes de Malvinas 3890 - CP (A4412BYA) Salta, Argentina.
Ofrecen medias, flores, accesorios para cabello y hasta golosinas.
22 DE Septiembre 2024 - 00:00
Alfajores, frutas, medias, lentes de sol, papel higiénico. La gente vende lo que sea con tal de obtener unos pesos y poder poner el pan en la mesa, ante la crisis.
Acarreando cajas o bolsas con mercadería, son cada vez más los vendedores que rondan no tan solo las peatonales céntricas, sino las principales rutas y avenidas periféricas. Varios les piden permiso a los choferes de colectivo de Saeta para poder subir y ofrecer sus productos a los pasajeros, como bolsitas de banana o naranja por mil pesos cada una o tres turrones por 500 pesos, por ejemplo.
Sebastián Córdoba tiene 26 años, vive en el barrio Lamadrid y suele vender medias y flores en las calles del microcentro durante el día y restaurantes, por la noche, para subsistir.
Ayer, preparó ramos de flores amarillas, los colocó en canastos y salió en busca de clientes. "Mi pareja tuvo la idea de hacer esto, por la moda de Floricienta de regalar flores amarillas, entonces nos animamos y preparamos ramitos de girasoles de goma eva o tela y también de flores amarillas naturales perfumadas. Cuestan desde 2 mil hasta 8 mil pesos. Por suerte, me está yendo bien", contó Sebastián, quien tiene dos hijos: una niña de tres años y un bebé de un año.
"Salgo todos los días a la calle a vender. La crisis está difícil. Conseguir trabajo formal es complicado. Te ofrecen salarios bajísimos. Por nueve mil o 10 mil pesos te explotan 8 o 9 horas al día. Yo vendiendo así por mi cuenta, en un buen día de trabajo puedo llegar a conseguir 90 mil pesos", expresó.
Sebastián no cree que el panorama económico mejore. "Todos los días sube el precio de la comida. Vivimos épocas feas, pero como esta no recuerdo ninguna", finalizó.
Rosa Chauqui tiene 43 años y desde los 17 vende ropa interior en las calles del centro. "Hace 26 años que vendo calzoncillos, corpiños, medias y nunca viví un agosto tan tremendo como el que pasó. Esta temporada está terrible. Hay días que ni siquiera vendés un peso", contó la mujer, quien vive en la zona sudeste de la capital salteña.
"Ayer (por el viernes) fue uno de los días más tristes. No hice ni un peso. Me largué a llorar. Me acuerdo y me da bronca", expresó con lágrimas en sus ojos.
Manifestó que atrás quedaron las buenas épocas en las que podía juntar 50 o 60 mil pesos en un día. "Para la semana del Milagro pensamos que iba a haber buena venta, pero no. La gente solamente gasta en la comida del día porque está carísima", dijo la mujer, quien es madre de cuatro hijos, entre ellos dos niñas de 10 y 16 años.
"El peso que me entra es para pagar deudas. Antes yo pagaba mis cuentas, llevaba plata a casa y podía invertir incluso. En plena pandemia pude trabajar bien. Ahora me privo de todo. Antes podía sentarme en algún lugar a almorzar, ahora ni eso", finalizó.
Carla Tocona tiene 32 años y hace cinco vende trabitas, chuletas y vinchas para el cabello. Antes se desempeñaba como empleada doméstica. "Me siento mejor y gano mejor vendiendo por mi propia cuenta. Trato de tener precios bajos porque sino la gente no te compra. Los accesorios para el pelo los tengo desde 500 hasta 2 mil pesos", relató la joven, quien vive en Villa Floresta.
Y añadió: "Siempre que hace calor vendo un montón de chuletas, pero ahora hace mucho calor y no tengo tanta venta. En un día muy malo puedo recaudar 5 mil pesos, al menos alcanza para una comida y en días buenos puedo llegar a hacer 50 mil pesos".
"Tengo la ventaja de que soy sola. No tengo hijos y todavía puedo comer bien, pero hay compañeras que tienen hijos y ellas tienen que estar todo el día y lucharla para poder sacar sus criaturas adelante", culminó la joven.
Son varios los vendedores que les piden permiso a los choferes de colectivo de Saeta para poder subir y ofrecer sus productos a los pasajeros, desde frutas y golosinas hasta útiles escolares o artículos para el hogar.
"Se ven muchísimos vendedores ambulantes y llama la atención que son cada vez más jóvenes. Se triplicaron comparado con años anteriores, pero además de eso también hay muchos pasajeros que nos piden que los llevemos gratis, o los alcancemos o le buscan la vuelta para no pagar el boleto", contó un chofer de un corredor de Saeta.
Y añadió: "A raíz de la crisis económica hay mucho mal humor social por parte de todos en la calle y se nota".
En tanto, una mujer chofer de colectivo coincidió en que "se nota mucho la necesidad económica que hay hoy en día en la calle".
Y mencionó que son cada vez más los vendedores ambulantes que hasta le suplican subir al colectivo para vender. "Hay familias enteras vendiendo cosas en las calles, tanto padres como sus niños. Es muy triste la situación", finalizó.