El mes de septiembre llegó, y falta poco para fin de año, aunque las advertencias persisten, poco o nada se ha hecho para enfrentar una realidad alarmante que afecta a más de 130 mil habitantes del Valle de Lerma. La falta de infraestructura fluvial adecuada sigue siendo un problema crucial que, con la llegada de las primeras lluvias en diciembre, amenaza con provocar inundaciones que siguen azotando a la región por décadas. Aunque a principios de este año se presentaron proyectos para la construcción de represas en Cerrillos y otras obras complementarias, estas planificaciones no se sabe si se concretarán este año, o si existe un plan de obras para frenar nuevas inundaciones. En todo caso Rosario de Lerma, Campo Quijano, y las zonas entre Cerrillos y La Merced continuarán expuestas.

Sólo se ha conocido de algunos trabajos de acondicionamientos de canales en Cerrillos; sin embargo encauzamientos de la alta cuenca del Río Rosario, o un plan integral de reacondicionamientos de canales y acequias en la parte central del Valle de Lerma absolutamente nada.

El crecimiento descontrolado de la población en el Valle de Lerma, impulsado por la expansión urbana de Salta capital hacia áreas como Campo Quijano y Cerrillos, empeoran la situación.

La proliferación de loteos privados sin regulación alteró los cauces de agua, creando un caos que afecta particularmente a localidades como Cerrillos, La Merced y Rosario de Lerma. Los desagües carecen de mantenimiento adecuado y a pesar de las advertencias de los expertos en meteorología que prevén una temporada de lluvias intensas en verano, no se vislumbran soluciones concretas en el horizonte.

Secuelas

Las últimas lluvias del verano pasado han causado estragos en Cerrillos y La Merced, y el río Rosario sigue desbordándose, afectando a Rosario de Lerma y Campo Quijano. Sin obras de encauzamiento a la vista, los vecinos del Valle de Lerma se enfrentan una vez más a una temporada de lluvias que, lejos de traer alivio, sólo agudizará los problemas que llevan décadas sin resolver.

Problema de escurrimientos

A pesar de que se han evaluado proyectos como la construcción de represas y obras complementarias, la realidad muestra que no hay avances significativos en medidas concretas para amortiguar los picos de escurrimiento en las áreas urbanas. Desde Recursos Hídricos de la Provincia, en marzo pasado, dieron a conocer a autoridades locales sobre trabajos sobre la cuenca hídrica. Sucede que tanto Cerrillos como La Merced, tienen problemas similares debido a la concentración de escurrimientos desde las nacientes de las cuencas en Campo Quijano y Rosario de Lerma. Estas obras estratégicas, como las represas en medio de todas tierras de anegamientos, amortiguarían los picos de escurrimiento, garantizando un manejo sostenible de estos caudales fluviales.

Las tareas preventivas y la acción 

El problema de los escurrimientos en la zona alta del Valle de Lerma hacia el sector este, tiene abundante bibliografía. Los daños que provocan las tormentas son de origen cierto y se conoce que los taponamientos y desvíos de los cursos de naturales de agua a lo largo de los años, ya sea por la actividad productiva o urbanística, han provocado sedimentaciones y desvíos de caudales que provocan daños aguas abajo. De todos los municipios, el más comprometido es La Merced, donde al parecer el intendente Javier Wayar no ha logrado establecer un plan para enfrentar el problema que se viene. Cerrillos, que tiene el mismo problema, trabajó en un plan de limpieza de canales y la idea de las represas de captación.