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Habría fallecido durante un bombardeo en Beirut el viernes. El grupo libanés aún no confirmó oficialmente la muerte de su jefe.
28 DE Septiembre 2024 - 08:39
El Ejército de Israel reveló en las últimas horas que murió Hassan Nasrallah, líder del grupo terrorista Hezbollah, luego de un ataque perpetrado el viernes en Beirut. El grupo libanés no anunció oficialmente la muerte de su jefe.
“Hassan Nasrallah ya no podrá aterrorizar al mundo”, posteó en X la cuenta oficial de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Según el comunicado militar, en los bombardeos también falleció Ali Karake, identificado como comandante del frente sur de Hezbollah, junto con un número no especificado de otros comandantes del grupo.
Nasrallah, de 64 años, era un hombre muy poderoso y venerado en el Líbano. “Durante los 32 años de mandato de Hassan Nasrallah como secretario general de Hezbollah, fue responsable de la muerte de muchos civiles y soldados israelíes, así como de la planificación y ejecución de miles de actividades terroristas”, señaló el comunicado militar israelí.
Y amplió: “Fue responsable de dirigir y ejecutar ataques terroristas en todo el mundo en los que murieron civiles de diversas nacionalidades. Nasrallah tomaba las decisiones como líder estratégico de la organización".
El jefe de Hezbollah fue blanco de bombardeos de gran intensidad el viernes por la tarde en un barrio densamente poblado de la periferia sur de Beirut, que apuntaba al “cuartel general central" del grupo terrorista. Dicho ataque destruyó seis torres de edificios, dejando al menos seis muertos y 91 heridos, informó el Ministerio de Salud libanés.
Esta instalación se encontraba oculta bajo un edificio residencial en el área de Dahye, en Beirut, y al momento del ataque, el líder de Hezbollah se encontraba en el lugar planificando nuevas actividades terroristas dirigidas contra los ciudadanos de Israel.
Un portavoz de Hezbollah informó a la agencia de noticias AFP que el contacto con Nasrallah se había perdido desde el viernes por la noche, lo que alimentó los rumores sobre su muerte.
Nacido en agosto de 1960 en un barrio pobre del este de Beirut, Hassan Nasrallah era el mayor de nueve hermanos. Su infancia estuvo marcada por la guerra civil libanesa, que comenzó cuando tenía cinco años. Este conflicto devastador, que duró 15 años, llevó a su familia a regresar a su pueblo natal, Bazourieh, en el sur del país, una región mayoritariamente chiita.
Durante su educación primaria y secundaria, Nasrallah vivió en el sur de Líbano, donde se aferró a su identidad chiita y a sus raíces étnicas. A los 15 años se unió al Movimiento Amal, una organización político-militar chiita fundada por el clérigo iraní Musa al Sadr. A los 16 años, emigró a Nayaf, Irak, donde conoció a Abbas Mousavi, quien se convirtió en su mentor.
La Revolución iraní de 1979, liderada por Ruhollah Khomeini, tuvo un profundo impacto en los chiitas libaneses. En 1981, Nasrallah fue nombrado representante de Khomeini en El Líbano, lo que fortaleció sus lazos con Irán. En 1982, tras la invasión israelí del Líbano, los comandantes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán decidieron crear Hezbollah, que se anunció oficialmente en 1985.
Nasrallah, quien se unió a Hezbollah a sus 22 años, se trasladó a Qom, Irán, para continuar sus estudios religiosos aunque siguió estrechando sus vínculos con el régimen persa. A su regreso al Líbano, se convirtió en el segundo al mando del grupo aunque en 1992, tras el asesinato de Abbas Mousavi por agentes israelíes, Nasrallah asumió la dirección de Hezbollah, con tan solo 32 años.
Bajo su liderazgo, Hezbollah se convirtió en un actor político significativo en El Líbano, ganando ocho escaños en el Parlamento en las elecciones de 1992. La retirada de Israel del sur del Líbano en 2000 fue celebrada como una gran victoria por la formación terrorista, gracias a la que pudo consolidar su legitimidad y mantener sus armas.
A la par, el apoyo financiero de Irán ha permitido a Hezbollah brindar servicios sociales a la comunidad chiita en Líbano, creando una red de escuelas, hospitales y asociaciones benéficas. Inclusive, tal fue su nivel de influencia en el país que en 2008, a pesar de una reducción en los escaños parlamentarios, Nasrallah logró conservar el derecho de veto en el gabinete libanés.
Durante todo su tiempo al frente el grupo, Nasrallah, de 64 años, sorteó diversas crisis, incluyendo la Primavera Árabe, la guerra civil siria y la actual crisis económica en El Líbano, y llegó a ser considerado un líder político-militar único en el país, con un historial de décadas de lucha. De hecho, ninguna de las élites libanesas logró desplazar del campo político o disminuir significativamente su poder.
Nasrallah siempre mantuvo una retórica constante de resistencia terrorista contra Israel. En un discurso en 2000, tras la retirada israelí del sur del Líbano, describió al Estado judío como una “débil telaraña”, a pesar de su arsenal nuclear. Esta visión fue la que, en las décadas siguientes, definió su enfoque, fusionando teología chiita y retórica de liberación.