La noche romántica casi enamorada de la provincianía va saltando los tejados de las casas como cuando éramos niños, de pronto encuentra el hábitat perfecto para anidar su ilusión y su alegría: encuentra la confluencia exacta de los bellos momentos en Casablanca. Claro es aquí la cita del amor en este tiempo cuando los geranios y malvones perfuman el aire para nuevamente florecer en los sueños y en el verde de los cerros, presagiando la primavera y el milagro salteño. Asimismo como desde siempre, desde los lejanos tiempos habrán de trepar al escenario del mencionado local, las voces de dos cantores populares que vienen a dejarnos el alma casi como una flor, tal vez la más bella para convertirse en poesía y canto. Será una única presentación de éstos dos solistas: hoy, en el Hotel Casablanca (Santiago del Estero 425). El inicio está previsto para las 21.30.

Un dúo perfecto

En un proyecto novedoso, Anita Brizuela y Daniel Ceballos, unen sus voces para trepar al firmamento cancionero de Salta, dotados de la savia majestuosa de los que estuvieron antes legando la exquisitez de las palabras y los sonidos armoniosos que visten de rimas y versos la quietud armoniosa de la noche que viene a cobijarnos. Brizuela, poseedora de una voz y técnica exquisita, paseará la belleza de su arte por los memoriosos acordes del compás ciudadano a través del tango. Nombrar a esta cantante es trepar el sitial más alto de la canción popular y llegar al éxtasis con sus maravillosas interpretaciones.

Anita ha impactado a diversos públicos, en Capital Federal, Córdoba, Mendoza, países limítrofes. Cuenta con una sólida formación académica en la lírica. Decidió seguir las huellas de su padre volcándose de lleno a la música ciudadana.

Por su parte, Daniel Ceballos, ha paseado su arte por el país y parte de américa latina, emparentado con los grandes de la música popular llamada folclore. Es un creador de canciones, dotado de una voz de amplia tesitura y registro, intérprete dilecto de los más grandes autores y compositores de Salta y el país, entre ellos: Eduardo Falú, Jaime Dávalos, Manuel Castilla, Gustavo Leguizamón, Daniel Toro, Ariel Petrocelli, Armando Tejada Gómez, Jorge Milikota, etc.

Supo compartir su música con Lito Nieva, Daniel Toro, Ariel Petrocelli, Colacho Brizuela, entre otros. Daniel es poseedor de un estilo único que realza con la ductilidad y ternura de su guitarra.

Daniel Ceballos: "Buceador de la memoria de los abuelos dormidos"

"En general me considero un buceador permanente de la memoria de los abuelos dormidos, dificilmente exista un paraje en el Valle de Lerma donde mi voz no se escucho, a través de la canción o de la radiofonía", destacó el cerrillano.

Ceballos es de esos artistas que lograron emparentarse con lo más distinguido y selecto del folclore nacional, así fue que en 2004 llegó al disco por primera vez junto al recordado maestro Lito Nieva (integrante fundador de Los Nombradores, Los Haravicus y armonizador de tantos grandes). "Fue entonces cuando grabé 15 temas de mi creación en letra y música. Siempre tuve una gran admiración por Lito, y reconozco en él un poco al mentor de aquel trabajo musical", aseveró el cantor folclórico.

Anita Brizuela: "En las letras del tango las palabras justas"

Por su parte, Anita destacó "La música es mi manera de decir la vida, lo que siento, lo que deseo, y en el tango encontré mi aliado. Soy de una personalidad nostálgica, y apasionada, que disfruto de la amistad sincera, de la bohemia y la filosofía, es así que encuentro en las letras del tango las palabras justas con las que me puedo expresar. Aún así, soy una salteña con orgullo, y cuando digo Salta, digo zamba, romance, dulzura, tradición, por lo cual, nunca dejo de cantar y disfrutar de una zamba en mis shows".

Anita nació en una familia de afamados artistas (sobrina del destacado Laureano Brizuela). Músicos, pintores, poetas y gente de letras. Estudió la carrera de música y perteneció a la Escuela Superior de Música "José Lo Giúdice". Se formó en el teatro Colón de Buenos Aires. Recorrió el mundo, actuando en importantes escenarios desde muy pequeña. En Nueva York (Estados Unidos) cantó en la reconocida Iglesia Saint Patrick.