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Uno de los acusados de asesinar al falso abogado dijo que recibe amenazas. Dijo que la plata la llevaban en las ruedas. No dio nombres y habló de gente pesada.
19 DE Noviembre 2024 - 12:24
En el marco del juicio por el crimen de Darío Monges, asesinado y encontrado sin vida el pasado 3 de septiembre en su camioneta Ford Sport Blanca en el barrio El Círculo, ayer se escucharon los testimonios de Roberto Catalino Bejarano y sus hijos, Santiago y David. Este último ofreció una declaración extensa, marcada por denuncias de amenazas y detalles sobre sus vínculos con la víctima. Los Bejarano están acusados de supuesto homicidio agravado.
En la sala del Tribunal Oral Federal 1, David Bejarano comenzó su testimonio expresando su temor, ofreciendo sus condolencias a la familia de Monges y revelando que se encuentra bajo tratamiento psiquiátrico y psicológico. Denunció, además, que ha recibido amenazas dentro de la cárcel, lo que generó una advertencia del fiscal Eduardo Villalba para que realizara la denuncia correspondiente, con el fin de evaluar su posible traslado a otra unidad carcelaria.
Bejarano reconoció conocer a Monges y detalló que en dos ocasiones, durante la pandemia, realizó viajes a Orán para él. Según su relato, transportaba dólares escondidos dentro de una rueda, viajes que compartió con Matías González, su sobrino, con quien mantenía una relación de confianza. Sin embargo, Bejarano evitó mencionar el nombre de quien autorizaba estos traslados. "Es gente pesada", dijo.
Reveló también que Monges le mostró preocupación cuando en 2021 fue detenido por un episodio relacionado con un vehículo que le había vendido Matías González. En ese contexto, Monges se inquietó, comentó David, por una cantidad de marihuana que, según Bejarano, estaba guardada en la casa de González. Bejarano le pidió a su hermano Santiago que le entregara dicha "mercadería" a Monges. Aclaró que Santiago "no tenía nada que ver en ese negocio".
David Bejarano denunció que detrás del caso hay personas poderosas vinculadas al narcotráfico y a la política, señalando que teme por su vida debido a su conocimiento de estos vínculos. Mencionó un episodio en el que Paola Alancay y un hombre identificado como Nieva, tío de Matías González, fueron retenidos con droga durante uno de los viajes en los que él no participó.
Otro punto clave de su declaración fue su conflicto con Matías González, a quien denunció por el incidente relacionado con un automóvil robado. Bejarano afirmó que González es el testigo de identidad reservada en este caso. "Es obvio", afirmó.
Matías González le vendió un auto por 400 mil pesos, pero David se lo devolvió porque no completó el pago. En 2021 detuvieron a David ya que el vehículo tenía la calcomanía Bejarano Motos y lo habían relacionado a disparos en un accidente. El denunciante luego dijo que no era él
Bejarano afirmó que salió de la Alcaldía el día y la hora que Monges le dijo. Al recuperar la libertad procedió a denunciar a Matías González.
Al ser consultado por la defensora Clarisa Galán sobre los días previos al asesinato de Monges, Bejarano relató que el 31 de mayo pidió prestada la camioneta de Monges para transportar una pieza de motocicleta. Dijo que era un cuadrante y que no podía hacerlo con su vehículo porque tenía parlantes en el baúl.
También recordó que el 1 de septiembre Monges pasó por su casa junto a "Coco" Chávez para recoger una baulera de Monges que estaba en su propiedad. Bejarano describió a Monges como alguien que frecuentaba su taller de motos, situado en la avenida Constitución, y aseguró que Monges mantenía vínculos con personas adineradas.
En su testimonio, Bejarano cuestionó aspectos de la investigación, en particular la actuación del oficial Fernández, señalando inconsistencias en los horarios registrados durante las declaraciones iniciales. Además, mencionó a un hombre identificado como "Didi", al que vinculó con Diego Aquino.
Sobre los permisos de circulación que conseguía Monges, Bejarano dijo que con esos no los frenaba nadie.
Cinco tiros en la cabeza tenía Darío Monges cuando fue encontrado el 3 de septiembre de 2022 al mediodía, luego de que la policía fuera alertada sobre la presencia de un vehículo con su conductor en el interior de su camioneta, el que presentaba rastros de sangre, en el barrio El Círculo, de la zona sudeste.
Al comienzo, el caso fue investigado por la Unidad Fiscal de Graves Atentados contra las Personas, del Ministerio Público de la Provincia. Pero luego fue derivado a la Justicia Federal, ya que comenzaron a ver que se trataba de un ajuste por drogas.
En la audiencia del juicio por el crimen de Darío Monges, el testimonio de Santiago Bejarano, uno de los imputados, fue el más esperado. Santiago aseguró que él y su familia han recibido "amenazas constantes" desde que comenzó el proceso judicial. "Hay gente que no deja de llevar amenazas", afirmó, dejando entrever un clima de intimidación que, según él, ha rodeado el caso. Incluso mencionó que varios abogados se acercaron a ellos en la cárcel ofreciendo tomar la defensa.
Santiago relató aspectos de su vida cotidiana y su vínculo con los demás involucrados. Vivía con su padre y su hermana en la calle Velázquez, y trabajaba en el taller mecánico que compartía con su hermano David Bejarano en la calle Constitución. Inicialmente, ambos comenzaron en un taller en la casa de su padre, pero luego se trasladaron al nuevo local, aunque Santiago aclaró que no era socio porque David debía pagar el alquiler.
Respecto a Darío Monges, dijo que lo conoció cuando este era chofer de Autocenter y llevaba una moto vieja al taller de los Bejarano. "Conmigo él no tenía mucho diálogo", aseguró Santiago. También contó que el 31 de agosto de 2022, Monges llegó al taller y le prestó su camioneta a David para transportar un cuadro de una moto, mientras él permanecía en el lugar.
Al día siguiente, 1 de septiembre, Santiago recordó que estuvo con su amigo Facundo Abadía, con quien vio un video relacionado con el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Luego se dirigieron en bicicleta hasta la casa de Santiago en Velázquez, pero allí no pudo bañarse debido a problemas con el calefón.
Sobre la finca de Los Yacones, propiedad de su padre y su tío, admitió que había caballos, vacas y una escopeta. Sin embargo, Santiago expresó temor: "Hay gente pesada, tengo miedo", concluyó.
Por su parte, Roberto Catalino Bejarano, padre de Santiago, también declaró brevemente en la audiencia. En menos de cinco minutos, orientado por la Defensoría Pública, dijo que "se haga justicia" y aseguró que los acusaron de algo que no hicieron. Roberto relató que trabajó como taxista entre 2010 y 2022, período en el que conoció a Darío Monges, quien también trabajó en la misma actividad y planeaba fundar un sindicato de taxis. Además, mencionó que Monges le ofreció ayuda cuando David Bejarano fue detenido en 2021.
Cabe recordar que Monges luego trabajaba para el exsecretario de Seguridad de la Provincia, Benjamín Cruz.
Roberto negó haber estado presente durante el allanamiento en su domicilio y explicó que fue notificado por una sobrina. También declaró que su teléfono celular no fue secuestrado en ese momento y que, al día siguiente, indicó su ubicación a las autoridades.